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domingo, 9 de septiembre de 2018

Rusia no da tregua a EEUU



El Pentágono acaba de presentar el concepto del interceptor de armas hipersónicas Glide Breaker para combatir misiles hipersónicos, en particular, el ruso Kinzhal. ¿Cuáles son las probabilidades de que los estadounidenses logren fabricar un arma eficaz?

La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EEUU (DARPA) prevé que la futura arma será capaz de interceptar los proyectiles hipersónicos rusos y chinos.

El medio The Drive precisó que el Kinzhal y Avangard son las armas que causan mayor preocupación en los militares estadounidenses.

Por este motivo, EEUU se muestra interesado por elaborar un arma capaz de enfrentar a los proyectiles rusos.

El experto militar ruso Ígor Korótchenko analizó las perspectivas de la industria militar del país norteamericano. Ante todo, observó que los misiles hipersónicos Kinzhal ya forman parte del Ejército ruso, mientras que EEUU solo acaba de idear el concepto del posible interceptor.

En una entrevista al medio Vzglyad, el analista precisó que la creación del arma tardará entre 10 y 12 años, como mínimo.

"Mientras que los estadounidenses están desarrollando el equipo militar para luchar contra los Kinzhal, el misil seguirá modernizándose (…) Ningún equipo de intercepción es 100% seguro", explicó.

El analista agregó que el avión MiG-31 es una de las aeronaves que puede llevar los mencionados proyectiles, y es capaz de asestar golpes desde diferentes ángulos, por lo tanto "es imposible crear un equipo de defensa absoluto".

Korótchenko indicó que la interceptación de un misil requiere cálculos precisos cuando se trata de misiles balísticos. Y en el caso de proyectiles de trayectoria impredecible, ni siquiera sirven los cálculos.

El experto concluyó que los militares estadounidenses "se ven involucrados en una costosa carrera armamentística" que requerirá miles de millones de dólares. Según su opinión, Rusia suele optar por los gastos más adecuados, mientras que EEUU trata de adelantar a ciertas tecnologías rusas, por muy costoso que esto sea.

Es sintomático que actualmente el presupuesto militar ruso sea de unos 50.000 millones de dólares anuales, y el de EEUU, de más de 700.000 millones. Pese a ello, ambos países mantienen la paridad estratégica.

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