Un informe revela que EE.UU. está construyendo un aeropuerto cerca de su base Ain al-Asad, en un nuevo acto sospechoso en este centro militar en Irak.
“Las fuerzas estadounidenses han iniciado la primera etapa de su plan para establecer un aeropuerto cerca de la base aérea de Ain Al-Asad, en el distrito de Hit, tras la llegada de un grupo de expertos a esta zona”, así ha informado este miércoles la agencia de noticias local Almaalomah, citando a una fuente de la seguridad iraquí.
De acuerdo con el reporte, la primera fase incluye la ubicación del aeropuerto, el drenaje de zona, la preparación de la pista, además del establecimiento de un área de seguridad, con cámaras de seguridad instaladas para controlar los movimientos.
El medio indica que los aviones y los helicópteros estadounidenses han intensificado recientemente sus patrullas sobre localidades y aldeas aledañas a la base de Ain Al-Asad, sita en la provincia centro occidental de Al-Anbar.
La fuente iraquí, no obstante, ha resaltado que Estados Unidos usará el nuevo aeródromo para el aterrizaje de sus bombarderos estratégicos B-2. “Este será el aeropuerto más importante de las fuerzas estadounidenses en Irak”, ha asegurado.
Esta información sale a la luz días después de que EE.UU. trasladara el lunes un número no especificado de tropas y equipamientos militares a Ain Al-Asad, tras evacuar sus bases en el sur de la ciudad de Al-Qaem, sita en la frontera norteña de Irak con Siria.
Por su parte, el jefe del Comando Central de EE.UU. (Centcom, por sus siglas en inglés), Kenneth F. McKenzie, anunció el martes que Washington está desplegando actualmente sistemas de defensa antimisiles en Irak, bajo el pretexto de la “amenaza de Irán”.
Washington da pasos para aumentar su presencia militar en el país árabe, pese a que varios movimientos civiles y grupos políticos exigen la salida definitiva de las fuerzas ocupantes estadounidenses del territorio iraquí.
Los movimientos contra la ocupación estadounidense cobraron fuerza después de que Washington asesinara al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Mohandes y varios de sus compañeros en Bagdad, la capital iraquí.
En venganza por el asesinato de Soleimani, Irán lanzó, por su parte, el 8 de enero, un ataque relámpago con misiles tierra-tierra contra Ain Al-Asad, la principal base de EE.UU. en Irak, infligiendo grandes daños en sus instalaciones militares.
A pesar de que EE.UU. había puesto en estado de máxima alerta sus sistemas antiaéreos en esta base, la defensa antiaérea norteamericana no logró interceptar ni un misil iraní. En dicha operación murieron decenas de militares estadounidenses.
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