Las tropas estadounidenses presentes en el Golfo Pérsico adujeron el 22 de abril que habían sido hostigadas por varios barcos iraníes, acusando al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán de realizar movimientos “peligrosos y amenazantes” cerca de los buques de guerra norteamericanos.
Irán rechazó, no obstante, las afirmaciones de EEUU, insistiendo en que las fuerzas estadounidenses habían violado el área de entrenamiento de las fuerzas navales del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica durante unas maniobras militares. “Por lo tanto, se les ordenó salir”, según anunció el viernes el comandante de la Marina del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, el contralmirante Alireza Tangsiri.
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica describió la versión estadounidense del enfrentamiento como un “relato de fantasías hollywoodienses” y volvió a denunciar la presencia ilegal de EE.UU. en la región, por ser la fuente de inseguridad en el Golfo Pérsico.
Posteriormente, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó a sus militares que atacasen cualquier embarcación iraní que se aproximara a los buques de EE.UU. Irán ha prometido, a su vez, dar una dura respuesta a los buques estadounidenses si estos atentan contra la seguridad del Golfo Pérsico.
Las autoridades iraníes aseguran que Teherán nunca causará tensiones en su propio “hogar”, donde Washington sigue generando provocaciones que, al parecer, son medidas para buscar pretextos de cara a actuar contra el país persa.
Los últimos acontecimientos en el Golfo Pérsico recuerdan los sucesos acaecidos antes de que EE.UU. empezara la guerra de Vietnam.
El 2 de agosto de 1964, EE.UU. alegó que dos de sus barcos habían sido atacados en el golfo de Tonkín por embarcaciones de Vietnam del Norte. Sin embargo, más tarde se supo que el incidente fue una operación de falsa bandera para justificar la guerra de EE.UU. contra Vietnam.
De hecho, el Congreso estadounidense utilizó el incidente como un pretexto para aprobar la Resolución del Golfo de Tonkín y otorgar al entonces presidente del país norteamericano, Lyndon B. Johnson, la autoridad para desplegar tropas en Vietnam.
La guerra terminó el 30 de abril de 1975 con una humillante derrota para EE.UU. Y ahora, tras todo lo expuesto, nos surge la siguiente pregunta: ¿EE.UU. aún no ha aprendido nada de la derrota en la guerra de Vietnam?
No hay comentarios:
Publicar un comentario