El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, sugirió interpretar así las palabras de Vladímir Putin, quien acusó a Occidente de querer luchar con Rusia "hasta el último ucraniano" y predijo el fracaso de los intentos de derrotarla en el campo de batalla.
"Aún no hemos comenzado nada en serio", aseveró el mandatario ruso el 7 de julio refiriéndose a la operación militar en curso.
"Putin no ha hecho más que recordar que las capacidades son absolutamente incomparables, y la de Rusia en este sentido es tan enorme que solo se está utilizando una parte insignificante en la operación militar especial", aclaró Peskov.
Rusia anunció el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa ofensiva, según el presidente ruso, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.
A finales de marzo pasado, el Ministerio de Defensa ruso dio por cumplido el objetivo de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y dijo que se enfocará en adelante en "la liberación de Donbás".
Rusia garantiza la seguridad energética de Europa
Asimismo, Peskov afirmó que Rusia está en condiciones de garantizar la seguridad energética de Europa.
"Rechazamos rotundamente cualquier insinuación o declaración directa de que Rusia esté utilizando el gas o el petróleo como arma de presión política. Este no es el caso, Rusia está cumpliendo de manera sistemática con todas sus obligaciones y sigue siendo capaz de garantizar la plena seguridad energética de Europa", señaló.
Según el vocero, Moscú está en condiciones de dar garantías de que a los consumidores europeos no les llegarán facturas "estratosféricas" de luz y calefacción.
Las entregas del combustible por el gasoducto Nord Stream se redujeron a mediados de junio debido a las sanciones unilaterales de Canadá que impiden a la empresa alemana Siemens devolver a la compañía rusa Gazprom, el mayor proveedor de gas a la Unión europea, una turbina para sus plantas de bombeo.
El 7 de julio el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, instó a Canadá a resolver la cuestión de la turbina, pidiendo que la envíen a Alemania y no a Rusia si se trata de una cuestión legal para Ottawa.
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