“Por la noche, los militares ucranianos atacaron, presumiblemente con [lanzacohetes múltiples estadounidenses] HIMARS, la prisión de Yelénovka [en Donetsk]. Impactó directamente en los cuarteles de los prisioneros”, ha reportado este viernes el viceministro de Información de la República Popular de Donetsk (este), Daniíl Bezsónov, mientras que los representantes de la región habían informado anteriormente que registraron a las 23:30 (20:30 GMT) del jueves también otro bombardeo “con 12 proyectiles con un calibre de 152 milímetros” contra el centro.
Mediante un comunicado emitido esta misma jornada, a su vez, el líder de la República Popular de Donetsk, Denís Pushilin, también ha detallado que el ataque tuvo lugar en un momento en el que “un total de 193 personas estaban en la colonia de Yelénovka”.
Es más, el líder independentista ha calificado el ataque de “un bombardeo deliberado” perpetrado con el fin de “eliminar a los representantes, en particular los de Azov, que han empezado a declarar”.
Tal y como ha dado a conocer el Centro de Defensa Territorial de la República Popular de Donetsk, el ataque ha dejado 53 muertos, así como otros 75 heridos, pese al hecho de que estas cifras pueden aumentar.
A su vez, el Ministerio de Defensa de Rusia, también ha detallado que la ofensiva fue llevada a cabo con los sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, en inglés) suministrados a Kiev por Estados Unidos.
“El régimen de Kiev ha cometido una provocación sangrienta a propósito. [...] Esta flagrante provocación se cometió para intimidar a los militares ucranianos e impedir su rendición”, ha expresado el portavoz de la Cartera rusa, Ígor Konashénkov.
Aun así, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas ha negado haber realizado el ataque, culpando del bombardeo a Moscú.
Operación rusa sigue en desarrollo
Desde el pasado mes de junio, el Ejército de Ucrania cuenta con artillería de alta precisión provista por sus aliados occidentales, como parte de un giro estratégico de sus fuerzas.
Esto mientras que, la región de Donetsk, se ha convertido en el epicentro de combates entre el Ejército de Ucrania y las fuerzas aliadas de Rusia. Los socios occidentales de Kiev no ocultan sus actividades para equipar a los extremistas ucranianos, que Moscú los cataloga de nazis, con más armas para frenar la misión rusa que busca la “desmilitarización” y la “desnazificación” del país eslavo.
Por otro lado, Moscú ha advertido una y otra vez de los planes de Kiev para realizar operaciones de falsa bandera para culpar a Rusia de ataques contra la población civil de Ucrania.
Ucrania ataca a sus propios prisioneros y deja más de 50 muertos | HISPANTV
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