"Estados Unidos se ha fijado el objetivo de expulsar a Rusia de la parte occidental del océano Ártico, el mar Báltico y el mar Negro. Para ello, intenta construir un 'nuevo telón de acero' a lo largo de la línea Ártico-Mediterráneo. Con este objetivo, en 2019 [es decir, antes de la decisión de Putin del 24 de febrero de 2022] la OTAN aceptó el Plan Báltico. Con estos fines quiere consolidar posiciones en Grecia. Y por eso quiere que Suecia y Finlandia entren en la OTAN.", señala la publicación del columnista Mehmet Ali Guller.
"Durante mucho tiempo, EEUU vio que su hegemonía se debilitaba y, especialmente con la crisis financiera de 2008, detectó que el orden que había determinado por sí mismo se estaba desmoronando", agregó a tiempo de destacar que la mejor forma de mantener ese orden era expulsar a Rusia de los mares y apretar a China en la región asiática.
En opinión del columnista, la Alianza del Atlántico Norte no es más que un aparato militar de dominación de Washington sobre Europa.
"La verdad es ésta: Estados Unidos lleva 20 años apuntando contra China y Rusia para mantener su liderazgo mundial y el orden en el que escribió las reglas", concluyó.
Rusia lanzó el 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania, alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, solicitaron ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
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