“Existe una gran capacidad de cooperación tripartita entre los fabricantes de automóviles y los proveedores de los tres países”, dijo el lunes Mohamadreza Nayafi Manesh, jefe de la asociación de fabricantes de piezas de automóviles de Irán, en una entrevista exclusiva con la agencia de noticias local IRNA.
Detalló que los tres países, con una población estimada de 400 millones de personas, “pueden captar un gran mercado para sus productos”, e incluso, agregó, podrían dirigirse a “al menos 800 millones si se incluyen las regiones vecinas”.
De acuerdo con Nayafi Manesh, la idea de impulsar un proyecto tripartito para diseñar y fabricar automóviles provino primero de Turquía y Rusia se mostró “interesada” en el plan.
Al señalar que las sanciones impuestas por el Occidente a Rusia por su operación militar en Ucrania ha provocado la salida de los proveedores extranjeros del país euroasiático, el funcionario persa considera que ha aumentado la necesidad de implementar cuanto antes el proyecto conjunto en el área automovilística.
Irán y Rusia tuvieron la experiencia de trabajar juntos en el pasado en la producción de la versión propia del Renault Logan, conocido en el país persa como Renault L90. En esta misma línea, Moscú pidió en mayo a Teherán que le suministrara componentes clave a los que ya no podía acceder tras los embargos occidentales.
Nayafi Manesh enumeró varias de las ventajas de ese proyecto tripartito, como las altas capacidades de los tres países para producir los componentes de automóviles. “Fabricar todas las piezas de este coche [...] evitar las transferencias de divisas para suministrar piezas de recambio y la existencia de mercados de exportación son algunas de las ventajas de este proyecto”, indicó.
Detalló que Turquía tiene un muy buen potencial en la industria de fabricación de componentes, como lo demuestra su exportación anual de más de 12 mil millones de dólares de piezas; Rusia tiene alta capacidad técnica y tecnológica, especialmente en vehículos pesados, e Irán cuenta con varias fábricas y líneas de montaje para automóviles y piezas y disfruta de gran capacidad en el diseño de vehículos. “Todas esas cosas pueden ser alentadoras para convertir esta idea en un proyecto ejecutivo”, subrayó.
La industria automotriz de Irán constituye el segundo subsector más grande de la economía detrás del petróleo, y representa alrededor del 10 por ciento del producto interno bruto y el 4 por ciento del empleo.
Debido a las sanciones aplicadas por Estados Unidos a Irán en 2018, los fabricantes nacionales movilizaron sus recursos a fin de sustituir las empresas extranjeras y aumentar la producción nacional para dejar sin efecto estas restricciones.
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