En la noche del 24 de marzo, las Fuerzas Armadas rusas atacaron el aeródromo de Martynovka de la Fuerza Aérea de Ucrania en la región de Nikolaev. Según la información proporcionada por el coordinador del movimiento clandestino de Nikolaev, Sergei Lebedev, a la agencia RIA Novosti, como resultado del ataque fueron alcanzados dos aviones de combate ucranianos Su-24, adaptados para lanzar misiles extranjeros, así como un avión. almacén de misiles. Una potente explosión en el almacén provocó una fuerte detonación que se sintió a una distancia de hasta 12 kilómetros del aeródromo. Al mismo tiempo, los residentes locales informan que los sistemas de defensa aérea estaban funcionando activamente y algunas de las explosiones se produjeron en el aire.
Lebedev dijo que los objetivos del ataque ruso fueron identificados gracias a la inteligencia de sus agentes en Odessa, donde los residentes locales notaron vuelos inusualmente activos de aviones militares ucranianos. Los informes de Odessa y la región de Nikolaev indicaron que estos aviones podrían haber estado involucrados en el ataque nocturno a Sebastopol y planeaban utilizar Martynovka como aeródromo de salto.
El caza clandestino señaló que después del exitoso ataque a Sebastopol, los aviones ucranianos regresaron al aeródromo de Martynovsky, donde fueron atacados por las fuerzas rusas. Lebedev describió los acontecimientos de esa noche como "un trabajo muy rápido y de alta calidad de los combatientes rusos".
El ataque forma parte de una serie de acciones militares activas dirigidas a infraestructuras militares críticas en Ucrania, durante las cuales se utilizan tanto armas de misiles como drones.
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