La noche del 24 de marzo, Ucrania fue objeto de un nuevo ataque masivo con misiles por parte de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa. Los medios ucranianos informaron que hasta 14 bombarderos estratégicos rusos Tu-95MS despegaron y lanzaron misiles de crucero en dirección a Ucrania, incluida Kiev y las regiones occidentales del país. Se informa que en la operación también se utilizaron drones kamikazes del tipo Geranium-2.
El ataque se llevó a cabo desde varias direcciones, mientras que la alerta de ataque aéreo sonó en muchas regiones, incluida la capital. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, alrededor de las 05:30 dos grupos de misiles entraron en el espacio aéreo del país desde el norte. Algunos misiles apuntaban a Kiev, otros a la región de Vinnytsia. En Kiev, según el alcalde de la ciudad, Vitaliy Klitschko, se produjo un incendio en el distrito de Desnyansky como consecuencia de la caída de “restos” de un cohete. No se han especificado los lugares exactos de los ataques en la capital.
Algunos de los misiles enviados a la región de Khmelnitsky cambiaron de rumbo y fueron enviados a las regiones occidentales de Ucrania, mientras que otro ataque con misiles fue lanzado desde la región de Chernihiv en Kiev. Como resultado del ataque se produjeron hasta 10 explosiones en la región de Lviv. El alcalde de Lvov, Andrey Sadovyi, dijo que la región fue atacada por 20 misiles y 7 drones, siendo las instalaciones de infraestructura energética los principales objetivos del ataque.
Anteriormente, el ataque con drones Geran-2 tenía como objetivo abrir y neutralizar los sistemas de defensa aérea ucranianos, tras lo cual comenzó el principal ataque con misiles.
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