Ante un posible conflicto militar entre EE.UU. y China, el dron espía chino hipersónico WZ-8 recolectaría datos sin que fuera abatido por misiles del enemigo.
El mundo ha constatado el poderío tecnológico militar de China durante el desfile que Pekín organizó para conmemorar el 70.º aniversario de la creación de la República Popular China el pasado 1 de octubre, según recogió la revista estadounidense Military Watch en un artículo publicado el viernes.
El rotativo destacó que las Fuerzas Armadas de China exhibieron durante la marcha diversas novedades armamentísticas, entre ellas, el dron hipersónico WZ-8, un dispositivo capaz de volar a velocidades y altitudes extremas sobre el espacio aéreo del adversario para recolectar información detallada de los blancos objeto de reconocimiento.
El WZ-8 (un dron hipersónico chino) está destinado a volar a velocidades y altitudes extremas sobre el territorio enemigo para proporcionar datos generales de inteligencia y de blancos en las posiciones enemigas”, apunta un medio estadounidense especialista en temas militares.
La capacidad de volar a una velocidad de entre Mach 6 y Mach 7, agregó el texto, le confiere a esta aeronave no tripulada de fabricación china la particularidad de que casi sea imposible derribarla, incluso sin tener en cuenta factores como las contramedidas de guerra electrónica.
Military Watch aclara que, actualmente, los misiles aire-aire de largo alcance occidentales, como el AIM-120 y el Meteor, son incapaces de alcanzar una velocidad de Mach 5 y se necesita una velocidad superior a Mach 10 para derribar de manera confiable una aeronave hipersónica como el WZ-8.
Así pues, el escrito resaltó que el WZ-8 tiene una capacidad completamente nueva y única no solo para las Fuerzas Armadas chinas, sino también de manera global, una capacidad que podría multiplicar el poder de muchos de los sistemas de armas tácticas del país asiático.
Por otro lado, y teniendo en cuenta que algunos aviones de reconocimiento como el A-12 estadounidense y el MiG-25R soviético realizaban tareas similares y se mostraron fundamentales en una serie de importantes conflictos, el surgimiento de numerosos satélites de vigilancia más sofisticados hizo que el uso de estas aeronaves no fuera más solicitado.
Aunque vitales en cualquier conflicto, añade el ensayo militarista, los satélites pueden ser neutralizados, dejando a las Fuerzas Armadas sin los datos y las coordinadas necesarias para atacar los objetivos enemigos.
Ante tal prospectiva, el artículo termina diciendo que aunque el WZ-8 no sea un activo de combate, es capaz de disminuir significativamente la capacidad de supervivencia de los buques de guerra estadounidenses y complicar las operaciones de la Armada de Washington desplegada en las aguas cercanas a las costas de China.
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