El canciller turco, Mevlut Cavusolu, cree que el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha “vuelto loco” por la situación en Libia, Siria y el mar Mediterráneo.
“En Libia, Francia apoyó a Haftar y cometió un gran error (...) Las cosas cambiaron, los equilibrios cambiaron, Haftar fue derrotado y Macron se volvió loco”, dijo el canciller turco el sábado.
Cavusolu alabó a Ankara por haber disipado la esperanza de Francia de que el mariscal Jalifa Haftar tomara el control de la capital libia, Trípoli, luego de que el país euroasiático proporcionó apoyo militar al Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y contrarrestó la ofensiva de Haftar en junio.
El máximo diplomático turco denunció los actos provocados de Francia en el mar Mediterráneo oriental, al tiempo que instó a París a cooperar con Ankara para restaurar la paz y estabilidad en esa región.
“No hay necesidad de un comportamiento tan histérico por parte de Francia (...) Somos dos países de la OTAN”.
Las relaciones entre Turquía y Francia, los dos socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se han deteriorado debido a la implicación de ambos países en los conflictos en Siria y Libia, así como por la injerencia francesa en la disputa entre Turquía y Grecia por los recursos energéticos en el Mediterráneo oriental.
La tensión entre París y Ankara aumentó aún más después de que Macron reforzara en agosto la presencia militar francesa en el Mediterráneo oriental, enviando una clara advertencia a Turquía que había iniciado a principios del mismo mes exploraciones de hidrocarburos en las aguas en disputa.
En Libia también los dos miembros de la OTAN se enfrentan, apoyando a bandas opuestas en el conflicto libio. Turquía apoya al Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), dirigido por Fayez al-Sarraj, reconocido internacionalmente y establecido en Trípoli; mientras que Francia respalda el Ejército Nacional Libio (ENL), liderado por el mariscal Haftar y con sede en la ciudad de Tobruk (este). Ambos rivales se acusan de deteriorar el conflicto y la crisis que se viven en Libia.
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