Argelia negó permiso a Francia para cruzar el espacio aéreo nacional y llevar a cabo un inminente ataque contra Níger, según reportó la radio pública argelina, que también destacó que el país se opone a cualquier acción militar extranjera en Níger y favorece la diplomacia para restaurar el orden constitucional.
No obstante, el Ejército francés negó este martes haber solicitado a Argelia el uso de su espacio aéreo para una operación militar en Níger.
De acuerdo con la información, ante la negativa argelina, Francia recurrió a Marruecos y las autoridades de Rabat accedieron a la petición.
El general Abdourahamane Tiani, el jefe de la Guardia Presidencial nigerina, anunció el 26 de julio la destitución del ahora derrocado presidente Mohamed Bazoum, aliado de las potencias occidentales y Francia, y el cierre de las fronteras, con motivo de la profunda crisis económica y de seguridad del país.
El espacio aéreo nigerino fue cerrado por los militares desde el pasado 6 de agosto, cuando venció el ultimátum de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) para restituir en el cargo al presidente Bazoum. El bloque regional amenazó entonces con una intervención militar.
A su vez, la ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, alertó en su día que el gobierno militar de Níger debe tomarse “muy en serio” la amenaza de una intervención militar africana para devolver al poder a Bazoum y ratificó el “pleno apoyo” de París a la medida.
La Cedeao rechazó el lunes el anuncio por parte de la junta militar gobernante en Níger de mantenerse en el poder por un periodo de transición de tres años.
¿Por qué apoyaría París una invasión militar en Níger?
Níger, el cuarto país del mundo con más reservas de uranio en su suelo, que también alberga petróleo y otros minerales, es considerado estratégico para gran parte de países occidentales como Francia y para China.
Como excolonia francesa, Níger alberga entre 1000 y 1500 soldados de Francia en su territorio, junto con drones y aviones, cuyo propósito, alega El Elíseo, es hacer frente a amenazas terroristas. Sin embargo, su situación en el continente africano se torna cada vez más adversa. Los golpes precedentes ocurridos en Malí (2020 y 2021) y Burkina Faso (2022) supusieron la retirada de las tropas galas hacia Níger, buscando una última línea de defensa desesperada en la región. Pero con este último golpe se pone encima de la mesa la posibilidad de una salida estrepitosa del imperialismo francés en una de sus áreas vitales de influencia, con la consiguiente pérdida de acceso a las reservas de uranio, dejando abierto el paso a China y Rusia.
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