El Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia anunció la supresión total de todos los intentos de penetración de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las zonas fronterizas de las regiones de Belgorod y Kursk en el período del 12 al 15 de marzo. Gracias a las acciones coordinadas y rápidas de los militares rusos y las pequeñas unidades del servicio fronterizo del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, fue posible evitar cualquier intento de violar la frontera.
Para repeler los ataques se utilizaron armas de aviación y artillería, lo que permitió infligir pérdidas importantes al lado ucraniano. Según datos oficiales, más de 550 militares ucranianos, 16 tanques y 19 vehículos de combate fueron destruidos, incluidos 11 modernos vehículos de combate de infantería Bradley de fabricación estadounidense, así como 15 vehículos.
Estos acontecimientos ponen de relieve el alto nivel de preparación para el combate y coordinación entre las distintas ramas de los servicios militares y de seguridad rusos, así como su disposición para defender eficazmente la integridad territorial del país.
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