Según nuestra inteligencia, la mayoría de los extremistas ingresó desde Siria con la ayuda estadounidense. Cuando hablamos de Estado islámico en Irak, hablamos de un grupo terrorista apoyado internacionalmente”, ha indicado Muhanad al-Eqabi, un portavoz de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe).
Según fuentes iraquíes, a primeras horas de este sábado, los extremistas del Estado islámico realizaron varios ataques coordinados cerca de la ciudad de Tikrit, capital de la provincia central de Salah al-Din, dejando al menos 10 bajas entre los combatientes iraquíes.
“La ofensiva fue lanzada desde cuatro ejes y con la participación de decenas de terroristas. Algunos de los ataques se realizaron desde tierra y otros desde el río. El objetivo era hacerse con el control de varias zonas de la región”, ha detallado Al-Eqabi, en una entrevista concedida a la cadena libanesa Al-Mayadeen.
Las fuerzas populares iraquíes aseguran que repelieron estos ataques que, conforme Al-Hashad Al-Shabi, forman parte de un plan de Estados Unidos para desestabilizar Irak y justificar su presencia militar en el territorio del país árabe.
La nueva agresión de los terroristas del Estado islámico en Irak se produce en momentos en que el pueblo y las fuerzas de Resistencia iraquíes exigen más que nunca la salida de tropas estadounidenses del país y llaman al Gobierno de Bagdad a formar un gobierno independiente de presiones extranjeras.
En este sentido, el presidente iraquí Barham Salih, ha pedido este sábado a través de su cuenta de Twitter “acelerar la formación de un Gobierno capaz de llevar a cabo su responsabilidad de proteger la seguridad, la estabilidad y la soberanía de Irak”.
Por su parte, el primer ministro recién designado de Irak, Mustafa al-Kazemi, ha advertido de que EIIL está “aprovechando el estado de antagonismo político que obstaculiza la formación de un gobierno”, mientras ha prometido vengar la sangre de las fuerzas iraquíes muertas en los recientes ataques del Estado islámico.
A pesar de que Irak declaró la victoria sobre esta agrupación extremista en diciembre de 2017, los remanentes del Estado islámico se han convertido en células durmientes y perpetran de vez en cuando ataques terroristas.
Al-Hashad Al-Shabi, fuerzas que se crearon tras el surgimiento del Estado islámico en 2014 y a las que el Parlamento otorgó rango militar en noviembre de 2016, ha desempeñado y sigue desempeñando un papel clave en la lucha contra los terroristas en Irak.
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