En un cambio radical de postura por parte de Irán, el país persa se niega a continuar las negociaciones para la adquisición de un importante lote de aviones de combate avanzados rusos Su-35s. Aparentemente el desacuerdo surgió a raíz de la negativa de Moscú para transferir tecnología clave a Irán para la producción local de refacciones para los cazas rusos, así como la negativa a vender 12 simuladores de entrenamiento para el mismo modelo de avión.
Se entiende que, de ser cierta esta información, la razón podría ser el recelo de Rusia a suministrar esta tecnología a Irán para no permitir de esa manera que el país persa logre en un futuro copiar los cazas rusos y los pueda producir localmente, tal como ya le ha sucedido en el caso de China, país que ha aprovechado los aviones Su-27 que compró previamente a Rusia para crear sus propias versiones locales del mismo caza ruso; algo similar podría suponerse en el caso de los simuladores de vuelo para los cazas Su-35s que solicita Irán a Rusia.
No obstante, quizá la razón no sea esa, o no solamente ésa, otra razón, y quizá la más importante, es la necesidad de Rusia de contar con un número suficiente de cazas de este modelo para hacer frente a la OTAN en el caso del conflicto ucraniano; porque recordemos que occidente está apoyando militarmente al gobierno de Kiev con el suministro de un gran número de armas, incluyendo el suministro de aviones de combate rusos modelos Su-25, Su-29 y Su-24; aviones que son modificados para poder equipar las modernas armas occidentales, como es el caso de los misiles de largo alcance británicos modelo Storm Shadow, los misiles franceses SCALP, y las bombas planeadoras estadounidenses JDAM.
Asimismo, desde hace meses se planea la transferencia a ucrania de docenas de aviones de combate F-16, e inclusive del modelo F-18. Estos aviones son mejores que los soviéticos MiG-29 en poder de Ucrania, así como de los modelos Su-24, pues estos, los aviones ucranianos, son de la época soviética, mientras que los aviones que ha transferido occidente, tanto de los modelos rusos, como de los estadounidenses F-16 y F-18, son en sus versiones más actuales.
Es por esto que Rusia necesita poseer una importante reserva de aviones de combate de última generación, como lo son los Su-35s, pues estos aviones si bien son de la generación anterior, están muy mejorados, considerándose ya una generación intermedia entre la quinta y la cuarta, a tal grado que estos aviones rusos se han podido medir ante los estadounidenses F-22 y F-35 y los han podido ahuyentar sobre los cielos de Siria. Y es que, si bien no son aviones estrictamente furtivos, sí que poseen una importante mejora en esta área incorporando una piel antirradar y anti-infrarrojos, así como un sistema de invisibilidad activa mediante generadores de plasma. Asimismo, incorporan muchas tecnologías de su hermano mayor, el caza furtivo Su-57, incluyendo las armas hipersónicas de largo alcance, así como el radar AESA y los sensores optoelectrónicos de seguimiento de objetivos del Su-57. Estas características lo convierten en un rival formidable, dejando muy atrás a los modelos occidentales F-16, F-18 y Eurofaighter Tyfon. Es por esta razón que Rusia necesita estos aviones para de esta manera hacer frente a una eventual transferencia de aviones occidentales a Ucrania, así como a un eventual conflicto directo con la OTAN.
Por otro lado, Irán pretendía comprar como mínimo 64 cazas de este tipo a Rusia, mientras que, según algunos medios de Irán, Rusia solo estaba dispuesto a transferir a Irán 24 aviones caza Su-35, aviones que fueron previamente encargados por Egipto, pero que después canceló la transacción temeroso de las posibles sanciones de EEUU si compraba dichos aviones a Rusia.
Asimismo, Rusia supuestamente no iba a capacitar a los técnicos iraníes para que ellos mismos pudieran dar el mantenimiento requerido a dichos aviones, de tal modo que el mantenimiento tendría que realizarlo forzosamente Rusia por al menos 30 años.
Todas estas cuestiones supuestamente frustraron la compra de aviones rusos Su-35 por parte de Irán, además de que se supone que el país persa está desarrollando un avión de combate furtivo por su propia cuenta, lo que haría innecesaria la compra de los aviones rusos. No obstante, aunque Irán este efectivamente desarrollando un caza furtivo, de aquí a que lo tenga en servicio aun pasarán muchos años, mientras que la situación sigue empeorándose cada día más en la región, especialmente en sus relaciones con Israel y los EEUU de Norteamérica.
No olvidemos que hace tan solo un año las autoridades israelíes hablaban de una posible intervención militar en Irán para destruir sus instalaciones nucleares, por lo que contar con una flota de cazas potentes que puedan hacerles frente a los aviones de combate israelíes y estadounidenses modelo F-15, F-18, F-35 y F-22, cada día se vuelve más apremiante para el país persa.
Es por esto que quizá toda esta supuesta cancelación de la compra de los aviones rusos Su-35 no sea más que una maniobra para distraer al enemigo para que eventualmente Irán proceda secretamente a la adquisición de estos aviones de combate rusos. Es más, se supone que las instalaciones destinadas a albergar los Su-35 rusos ya están construidas en Irán, incluyendo hangares subterráneos, inclusive el pago por los mencionados aviones ya se realizó por parte de Irán, por lo que una supuesta cancelación del contrato se me hace realmente difícil de creer; más bien creo que se trata de una maniobra distractora para confundir aún más al enemigo.
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