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jueves, 8 de junio de 2017

REVELAN LA “VERDAD” SOBRE EL CASO ROSWELL…Y ES PEOR DE LO QUE CREÍAMOS



El caso del OVNI de Roswell y la mítica área 51, es uno de los pilares del mundo de las teorías conspirativas en las redes. Y de hecho, todo lo que le rodea es un reflejo sobre cómo funcionan muchas de estas teorías conspirativas y las fuerzas que se ocultan tras ellas.

Ciertamente, el famoso caso del OVNI de Roswell ha estado en el corazón de la ufología desde julio de 1947, cuando los militares anunciaron sensacionalmente en un comunicado de prensa que habían encontrado los restos de un platillo volador estrellado en un desierto cercano.

Pero al día siguiente se retractaron de la declaración, diciendo que de hecho, era un globo dañado de la Fuerza Aérea estadounidense.

Más tarde, testigos presenciales, afirmaron haber visto cuerpos extraños dentro de la “nave accidentada”, que junto con los restos fueron llevados a una base militar secreta.

Y ahí nació el mayor mito de la historia de la ufología, una de las teorías de la conspiración más famosas y una de las piedras angulares centradas en defender la idea de la visita de extraterrestres a la tierra.

Pero ahora un nuevo libro ha presentado una teoría que presuntamente podría resolver el misterio OVNI por excelencia.

Y a los defensores de la ufología, no les va a gustar en absoluto, a pesar de que sigue siendo una teoría de la conspiración de primera línea.

El investigador británico sobre temática OVNI y paranormal, Nick Redfern, sugiere que el objeto que se estrelló en el desierto, en realidad era un vehículo aéreo experimental de alto secreto, que transportaba cobayas humanos en su interior, que perecieron en el accidente.



En el libro, titulado “La conspiración OVNI de Roswell, exponiendo un secreto impactante y siniestro”, el autor proclama que el mito del OVNI de Roswell, fue impulsado por el propio gobierno de EEUU para encubrir la horrible verdad que ocultaba.



La teoría de Redfern proviene de una entrevista que él mismo realizó en 2001 mientras investigaba el famoso caso Roswell.

Se reunió con una anciana, que afirmó haber trabajado en el Oak Ridge National Laboratory en Oak Ridge, Tennessee.

Afirmó que poco después de la Segunda Guerra Mundial, vio a “conejillos de indias humanos”, entre ellos ciudadanos japoneses, personas con discapacidad y prisioneros.

Ella contó que los usaban en experimentos con nuevos proyectos de aeronaves secretas.

A través de su testimonio y otros testigos con los que ha hablado en los años siguientes, Redfern ha reconstruido lo que podría esconderse realmente tras este caso: que los llamados “alienígenas” encontrados en el accidente de Roswell, probablemente fueron algunos de esos seres humanos prescindibles para el gobierno, que fueron usados en estas pruebas casi suicidas para probar los efectos que tiene sobre el cuerpo humano, ascender a grandes altitudes.

Según el libro, los experimentos ponían a prueba tecnologías obtenidas de Japón y Alemania usando gigantescos globos con góndolas unidas que contenían a las víctimas de las pruebas.



La causa del accidente aéreo nocturno de julio de 1947 que dio pie al mito en Roswell, podría haberse producido cuando el globo colisionó con la embarcación que lo acompañaba, lo que llevó al globo a explotar y a provocar una lluvia de gran cantidad de restos de estaño sobre el rancho de Mac Brazel.

El señor Brazel había dicho que vio dos globos en su rancho.

Alguna gente ha sugerido que quizás los jeroglíficos que alguna gente vio entre los restos, podrían haber sido en realidad, escritura japonesa.

Evidentemente, esta teoría está resultando muy controvertida entre los investigadores de la temática ovni.

A estas alturas, se hace muy difícil saber lo que realmente sucedió en Roswell, de la misma manera que es muy difícil saber qué se oculta detrás de gran cantidad de la fenomenología OVNI.

Pero si tenemos un espíritu mínimamente crítico, debemos hacernos algunas preguntas.

La primera es: ¿por qué la eclosión de la temática OVNI se produce poco después de la segunda guerra mundial y durante la guerra fría?

¿Por qué el término “Platillo volante” en su acepción de OVNI, nace precisamente en esa época y tiene su raíz en el ejército norteamericano en 1952?

¿Por qué razón se estrellaría un artefacto en 1947, precisamente en EEUU y desde entonces apenas se ha vivido un fenómeno similar en ninguna otra parte?

¿Por qué, si está tan claro que nos visitan los extraterrestres, nunca, jamás y bajo ninguna circunstancia, hay una sola imagen clara de un OVNI?

¿Por qué ni tan solo ahora, cuando gran cantidad de la población dispone de artefactos de grabación en alta resolución?



Ahora pregúntense: ¿qué es más lógico pensar?

¿Que en Roswell se estrelló un OVNI con alienígenas en su interior, por culpa de una absurda avería en una nave espacial tan avanzada que es capaz de cruzar el cosmos?

(Hacen un viaje de años luz con una tecnología que ni ahora podemos imaginar y se les desconectó un manguito del motor…¿es eso? ¿de verdad?)



¿O quizás es más lógico pensar que el ejército de EEUU realizaba experimentos ilícitos y le interesó crear una gran pantalla de humo para que no se supiera lo que estaban haciendo?

Evidentemente, no habrá ni un solo ufólogo que quiera aceptar estas evidencias, por dos razones: la primera, porque la mayoría de ellos viven de este asunto, o ganan dinero o fama gracias a ello; y la segunda, mucho más mundana, por no quedar como unos idiotas y unos engañabobos ante el resto de la gente.

No nos engañemos: la ufología y las teorías de la conspiración que la rodean, se han convertido en una industria en sí misma, que se retroalimenta y se regenera constantemente.



Y los que la mantienen en pie, se ganan la vida con ella, lo que la convierte en muy poco fiable.

Y como sucede en la gran mayoría de las teorías de la conspiración, proviene de EEUU (o del mundo anglosajón) principalmente, lo que viene a confirmar lo que venimos denunciando desde hace tiempo en este blog: tras la mayoría de teorías de la conspiración, hay una vasta operación de manipulación social a gran escala, tras la cual, muy probablemente, se encuentren agencias de inteligencia del eje anglo-americano.

Y de ahí procede también la maquinaria de moldeamiento cultural (cine, literatura, cómic, televisión), que ha ayudado a cimentar esta mitología OVNI.



Su función, de momento, no parece clara, porque quizás va cumpliendo diversos objetivos sobre la marcha y según la época.

Pero parece que en el fondo, siempre se cumple una misma función: un proyecto a gran escala para desviar la atención de todas esas personas que quieren ver más allá de la realidad que les rodea y que, por lo tanto, pueden ser muy peligrosas para el sistema. Para ellos, se crea una fantasía y se les distrae para que no sitúen su mirada crítica y escrutadora en otra parte.



El lema central y más famoso de la ufología, tras el relanzamiento del tema ufológico gracias a la serie de TV, Expediente X, “I Want to Believe” (yo quiero creer) es casi una burla hacia los creyentes en dichas teorías. Como si se rieran de ellos, les dicen en la cara “tú, te lo quieres creer”.



Realmente, el tema OVNI podría ser la mayor teoría de la conspiración de las últimas décadas.

Una mentira y una manipulación social a gran escala que podría vivir grandes momentos en el futuro, gracias a la tecnología de la que disponemos.

Eso no significa que no existan civilizaciones extraterrestres o que no nos visiten. Pero es obvio de que no hay ni una sola prueba ni indicio de ello, sino más bien lo contrario.

Todos deberíamos reflexionar sobre lo crédulos que somos con las teorías de la conspiración que inundan las redes. Parece que nadie quiere preguntarse realmente de dónde salen ni a quien sirven.

Mucha gente pasa de no creerse las mentiras oficiales, a creerse cualquier mierda que encuentren en la red bajo la etiqueta de que “va contra las verdades oficiales”.

Es algo que solo se cura cultivando un espíritu crítico personal e individualizado.

Y ahora pregúntense: ¿qué habría sucedido si esos cientos de miles de personas fantasiosas, perspicaces e inconformistas, que se han pasado la vida investigando, o dedicando horas y horas a estudiar el fenómeno OVNI y teorías similares, hubieran focalizado su energía en cambiar el mundo que tan poco atractivo les parece, en lugar de distraerse con tonterías fabricadas en los sótanos de la CIA y el FBI?

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