Rusia ya no depende de los motores ucranianos para producir sus helicópteros militares y las aeronaves civiles pronto seguirán este camino, reveló la corporación rusa Rostec.
Las empresas rusas finalizaron todos los preparativos y pasaron a la producción en serie de los motores para los helicópteros VK-2500, anteriormente importados de Ucrania, afirmó el comunicado de la corporación tecnológica rusa Rostec.
Con el aumento de las capacidades de producción, cualquier dependencia de los fabricantes ucranianos desaparecerá para el año 2019, comentó Aleksándr Artiújov, director general de la Corporación Unificada de Producción de Motores (ODK, por sus siglas en ruso)
En 2015, el primer lote de prueba de diez VK-2500 rusos ha sido fabricado por la empresa Klimov. Ya en 2016 produjeron 60 motores.
De una manera prioritaria los motores de fabricación nacional se instalan en los helicópteros encargados por la Defensa rusa, subraya el comunicado.
Los helicópteros civiles todavía están dotados con las piezas compradas a la empresa ucraniana Motor Sich, el fabricante integral del proceso de producción de helicópteros desde los tiempos de la URSS.
"El plan de producción [de Klimov] prevé fabricar 130 motores en 2017. Para el 2019 cerramos la dependencia de los motores ucranianos", aseguró Artiújov.
El VK-2500 es la modificación más reciente del diseño probado del motor TV3-117, diseñado por la Oficina de Diseño Klimov (San Petersburgo) en los años sesenta.
Los motores TV3-117 están considerados entre los más seguros de la industria aeronáutica, según el comunicado. En total, se produjeron unos 25.000 de estos motores en varias modificaciones.
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