Después de la llegada del ejército de la República Árabe Siria hasta los límites de la frontera con Irak, la semana pasada, el ejército iraquí confluyó en la región fronteriza el 16 de junio de 2017, en la zona de al-Waleed.
Entre las fuerzas de los dos ejércitos se encuentran ahora fuerzas estadounidenses que ocupan ilegalmente la zona de al-Tanf, en suelo sirio.
Según el ministerio de Defensa de la Federación Rusa, esas fuerzas estadounidenses están equipándose con sistemas móviles de artillería reactiva del tipo HIMARS (siglas correspondientes a High Mobility Artillery Rocket System). Se trata de sistemas de lanzacohetes múltiples (ver foto) que Washington podría utilizar para impedir que los ejércitos de Siria e Irak aúnen sus esfuerzos y reabran la llamada «Ruta de la Seda». El Pentágono se ha negado a emitir comentarios al respecto.
En 2014, fue precisamente el Pentágono el que organizó, financió y armó a los yihadistas del Emirato Islámico (Daesh) para crear un «Sunnistán» en territorios de Siria e Irak, como medio de cortar la ruta de la seda. Esta vía terrestre de comunicación tradicional se extiende, desde los tiempos de la Antigüedad, entre China y el Mediterráneo y también permite el envío de armamento desde Irán hacia el Líbano.
La cuestión ahora es saber si Washington tiene intenciones de continuar la política de la administración Obama contra los países de la región o si aplicará finalmente la política de la administración contra Daesh.
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