En la pasada gira del presidente norteamericano por Medio Oriente y Europa, firmó una serie de contratos multimillonarios para vender armas a Arabia Saudita; pero también organizó una coalición árabe para presionar a Catar y de ser posible invadirlo.
Pues no es ninguna casualidad que inmediatamente después de haber partido de la región se comenzó a gestar una campaña agresiva contra el gobierno catarí acusándole de financiar el terrorismo internacional en los alrededores y en el mundo; el principal promotor de dicha campaña fue, por supuesto, Donald Trump, y después los sauditas. Y esto obedece a pura y llanamente intereses económicos y geoestratégicos.
Vale recordar que ademas de Catar, los EEUU, la OTAN y Arabia Saudita son los principales promotores del terrorismo internacional.
Para nadie es un secreto que Catar es el principal productor de gas en el mundo y para los sauditas sería de gran interés desestabilizar su gobierno para tener acceso a esos yacimientos gasísticos; para lograrlo se valería de monarcas títeres o de la abierta ocupación militar del pequeño país del golfo pérsico. Y es que a causa de los bajos precios internacionales del petróleo las finanzas sauditas se han visto seriamente afectadas, poniendo en peligro la misma estabilidad social del reino saudita; pero además de la crisis del petróleo, su intervención militar contra su vecino del sur, Yemen, ha perjudicado gravemente su balance financiero y ha puesto en peligro su viabilidad económica.
Pero además de esto, Catar juega un rol importante en la región, pues además de ser, o haber sido, uno de los principales patrocinadores del terrorismo wahabita y takfir es también un gran mercado para los productos regionales, pues es el país más rico en el mundo en relación a su ingreso per cápita y, por lo tanto, con un enorme poder adquisitivo; y esa es la importancia que representa para Irán: un importante socio comercial.
Entonces, al eliminar a Catar, también se perjudica en gran medida a Irán, privándole de importantes recursos financieros.
Además, Catar e Irán tienen acuerdos en materia de explotación y comercialización de petróleo y gas, pues comparten aguas territoriales que contienen importantes reservas de dichos recursos naturales.
Es por eso que los países de la región han tomado partido en la disputa entre Catar y Arabia Saudita; Turquía, Irán, Irak y Pakistán se ha colocado del lado de Qatar, en tanto los restantes miembros de la liga árabe se han puesto del lado de Arabia Saudí.
Y es que esta crisis tiene que ver con el mundo bipolar en que han colocado al mundo los yankees; por un lado está el eje Rusia-China y por el otro la OTAN con los EEUU a la cabeza.
Y en esta intriga se ve involucrada Rusia y China, pues Rusia es el segundo exportador en el mundo de gas y China es el principal consumidor del mismo. Y esa es la razón de por qué se desató la guerra en Siria e Irak: se peleaban las rutas comerciales y los gasoductos y oleoductos para exportar eso recursos naturales a las diferentes regiones del mundo; así mismo estaba en juego la proyectada nueva ruta de la seda de China.
Por eso Catar financió el terrorismo: para desestabilizar Siria e Iraq y así imponer un gobierno favorable a ellos y así poder construir sus gasoductos que exportarían su gas a Europa y Asia; Catar lo planeo así porque Siria era aliada de Rusia y jamás iba a consentir el proyecto catarí, pues apoyaba el proyecto ruso para construir gasoductos que llevarían el gas ruso a Europa, África y Medio Oriente. De esta manera Rusia impedía la creación del proyecto catarí y, por lo tanto, eliminaba a un serio competidor comercial.
Estando así las cosas alguien tenía que ceder, o todos lo tendrían que hacer; y era eso precisamente lo que se estaba gestando en la región: una alianza ruso-catarí con Irán, siria e Iraq para comercializar, de forma justa para todos, el gas y el petróleo de sus diferentes miembros. Además, se buscaba una alianza económica y política para estabilizar la región. Y eso es lo que fue a evitar Trump en su reciente viaje a Medio Oriente.
Pero Trump además de malograr los planes ruso y chino en la zona, también fue a lograr jugosos contratos para el establishment estadounidense; es decir, fue a concretar importantes contratos millonarios por armas; pero para lograrlo tuvo que hacer lo que hizo, es decir, sembrar la semilla de la discordia y la desconfianza entre los diferentes actores de la región, para que así todos sintieran la necesidad de rearmarse para protegerse del vecino.
Primero acordó vender a Arabia Saudí armas por un valor de 110 mil millones de dólares con las qué poder agredir a Catar y a Yemen, y con las qué poder rearmar a sus terroristas que operan en Siria e Irak; pero posteriormente ofreció a Catar lo mismo, es decir, venderles armas por muchos miles de millones de dólares con las qué poder defenderse de Arabia Saudita; así lo seguirá haciendo con los demás países de la zona, esé es el plan. Ante esto no podemos más que concluir que Trump no es más que el empleado estrella vendedor de armas del establishment estadounidense, es decir, de la elite bancaria y de la industria militar anglosajona.
Pero ante esto uno se pregunta: ¿cómo es posible que el gobierno catarí compre armamento a su enemigo declarado que fue a Arabia Saudita a venderles armas para agredirlos a ellos?
Comprar armamento a los gringos es mal negocio, pues además de que te venden armas light, es decir, armas con capacidades disminuidas en comparación con las que ellos poseen o venden a sus aliados anglosajones, están trucadas para poder desactivarlas en caso de conflicto con ellos o con sus aliados; así que si los estadounidenses ven un conflicto entre Catar y Arabia Saudita escogerán un bando, y por supuesto no será Catar y, por lo tanto, proporcionarán a su aliado Saudita los medios para desactivar las armas previamente vendidas a Catar. Y esto es ciento por ciento seguro, sino pregúntenselo a los argentinos.
Cuando la guerra de las Malvinas los aliados de Inglaterra, es decir, los EEUU y, sobre todo Francia, proporcionaron a los ingleses los códigos de bloqueo de los misiles Exocet que Francia previamente vendió a argentina, inutilizando con ello la principal arma con la que disponían los argentinos para combatir a la marina de guerra inglesa; de no haber sido por este hecho, los argentinos hubieran hundido todos los buques de guerra ingleses.
Es mejor comprar armas a Rusia, pues ellos si te venden las armas originales, es decir, sin trucos ni capacidades disminuidas; ademas, al ser rusas tienes la garantía de que no podrán ser hackeadas por los occidentales.
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