"Hemos comenzado las pruebas de un futurista sistema de guerra electrónica con base en tierra, destinado a bloquear las amenazas en el ámbito de ataques aeroespaciales. Se trata de un sistema que reemplazará a las instalaciones Krasuja-2 y Krasuja-4", indicó el consejero del director general del consorcio ruso Tecnologías Radioelectrónicas (KRET, por sus siglas en ruso), Vladímir Mijéyev, citado por RIA Novosti.
"Sin embargo, no 'nos despedimos' de ellos [Krasuja-2 y Krasuja-4], ya que tenemos preparado un proyecto para su profunda actualización", agregó el funcionario al ser entrevistado en el salón aeroespacial MAKS 2017, que transcurre estos días en las afueras de Moscú.
La instalación de guerra electrónica Krasuja-4 está destinada a contrarrestar el funcionamiento de radares de satélites espía, de aviones de ataque, de alerta temprana y otras aeronaves de adversarios potenciales.
Esta instalación de interferencias activas de banda ancha de frecuencias neutraliza completamente el funcionamiento de radares enemigos en un radio de 300 kilómetros.
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