Estos nueve millones de metros cúbicos de pasillos, que consisten en 400 instalaciones separadas y túneles, pueden albergar a todos los 600.000 residentes de la capital en caso de que haya una invasión foránea.
Entretanto, los militares finlandeses han estado llevando a cabo ejercicios para hacer frente a una evacuación masiva.
El departamento de planificación de la urbe ha indicado que partes de la red subterráneas son altamente secretas, mientras que otras áreas son para el público.
Según recalca un documento del departamento de planificación de la ciudad, “Las instalaciones más importantes son catalogadas como clasificadas conforme al Plan Maestro subterráneo de Helsinki”.
Un exfuncionario del Ministerio de Defensa finlandés había aseverado al diario estadounidense Wall Street Journal que “los soldados se aseguran de que tendremos la ventaja subterránea si alguna vez los enemigos vienen por nosotros buscando una pelea”.
Estas medidas se producen mientras Rusia se está preparando para llevar a cabo el próximo septiembre unas maniobras conjuntas “Zapad 2017” en suelo bielorruso, el mayor ejercicio militar ruso desde el fin de la Guerra Fría (1991).
En esta línea, el subsecretario de política de defensa del Ministerio de Defensa de Estonia, Kristjan Prikk, expresó las preocupaciones del país por las maniobras rusas.
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