En una entrevista concedida este domingo al diario británico The Sunday Times, la canciller británica ha manifestado que la crisis en Ucrania puede durar varios años y todas las opciones de sanciones contra Rusia están sobre la mesa.
Al ser preguntada sobre la invitación del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a las fuerzas voluntarias extranjeras, ha aclarado que da la bienvenida a los ciudadanos británicos que estén dispuestos a unirse a la lucha junto a las fuerzas ucranianas.
En otra parte de sus declaraciones, ha afirmado que el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país está preparando una “lista negra” de oligarcas rusos que serán objeto de sanciones en los próximos meses. “Tenemos que hacer algo que sea profundamente doloroso para los oligarcas que apoyan al régimen de Putin. Hay más de cien multimillonarios rusos”, ha agregado.
La funcionaria británica ha puesto énfasis en que los ucranianos seguirán luchando contra las tropas rusas, mientras ha destacado la importancia de asegurarse de que el presidente ruso, Vladimír Putin, salga derrotado de los conflictos en Ucrania porque el país euroasiático tiene un gran poder militar, según ha matizado Truss.
También ha aclarado que si Rusia tiene la intención de negociar sobre la crisis de Ucrania, primero debe retirar sus fuerzas de este país, agregando que no se puede negociar con un arma en la cabeza de los ucranianos. “Así que no confío en los llamados esfuerzos de negociación”, ha enfatizado.
Las declaraciones de Truss se producen después de que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en la misma jornada informara de la llegada de la delegación rusa a Bielorrusia para sostener conversaciones con los ucranianos en la ciudad bielorrusa de Gomel.
Al respecto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha confirmado tras una conversación telefónica con su par bielorruso, Alexander Lukashenko, que las delegaciones negociadoras de Moscú y Kiev mantendrán una reunión “sin condiciones previas”.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania tomaron otro rumbo desde el jueves cuando el mandatario ruso anunció su decisión de lanzar una operación especial en Donbás (este de Ucrania) para defender a los ciudadanos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, cuyas autoridades habían solicitado formalmente a Moscú ayuda para repeler las agresiones del Gobierno ucraniano y evitar una catástrofe humanitaria.
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