Las autoridades francesas están intercambiando ideas sobre formas de evitar que el proveedor de equipos y piezas de reactores nucleares Velan SAS sea comprado favoreciendo a Estados Unidos.
Esta compañía suministra válvulas y servicios para Electricity de France SA, el gigante eléctrico estatal francés que opera 56 reactores nucleares en 18 sitios en Francia, y que tiene capacidades adicionales de generación de electricidad en países de Europa, América del Norte y del Sur, Asia, África y Oriente Medio.
Velan SAS es una filial francesa de la empresa de fabricación de válvulas industriales Velan, Inc., con sede en la ciudad canadiense de Quebec, y que ahora está en la mira de Flowserve Corp, una compañía multinacional que ubicada en Texas especializada en bombas, válvulas, sellos mecánicos, automatización y servicios para las industrias de petróleo, gas y productos químicos. Flowserve está aspirando a comprar Velan SAS por 247 millones de dólares.
Sin embargo, Francia quiere evitar que el negocio caiga en manos de la compañía estadounidense, y ya ha asegurado una exención de venta para Segault SAS, que es propiedad de Velan SAS, y que proporciona componentes para la flota francesa de submarinos de misiles balísticos, los que son el brazo principal de la disuasión nuclear del país. Ya se ha alcanzado un acuerdo para garantizar que la filial permanezca en manos francesas, con fondos para comprar Segault SAS.
Las fuentes que contactaron a medios empresariales estadounidenses dijeron que París ahora tiene la intención de hacer arreglos similares con el resto de Velan SAS, con alternativas que incluyen el bloqueo total de su compra por parte de Flowserve, o bien de restricciones, cuya naturaleza no ha sido especificada.
"En caso de que EEUU obtenga el control de un fabricante de equipos para Electricity de France, el país norteamericano podría suspender la exportación de reactores nucleares franceses a China", dijo la senadora francesa Marie-Noelle Lienemann, refiriéndose a la oferta de adquisición por parte de la compañía estadounidense. "No solo las industrias de defensa son estratégicas, la industria nuclear es clave para la recuperación económica de Francia y su transición", dijo la legisladora.
Mientras que las principales economías europeas como Alemania están pasando por tiempos difíciles y enfrentando la perspectiva poco alentadora de la desindustrialización luego de una decisión miope de reducir drásticamente las importaciones de petróleo y gas rusos para tratar de "castigar" a Rusia por su operación militar especial en Ucrania, Francia ha logrado evitar hundirse en una recesión (aunque se enfrenta a un crecimiento casi cero) gracias, en gran parte, a sus plantas nucleares.
Sin embargo, al no tener sus propias minas de uranio, París se ve obligado a depender de las importaciones para alimentar su red de plantas nucleares, recibiendo hasta el 17% de su uranio de Níger (donde recientemente hubo un golpe militar que provocó la congelación de las exportaciones), el 18% es importado desde Rusia y Kazajistán respectivamente, el 21% de Canadá, el 16% de Australia y el 10% de Namibia. Eso deja a Francia en una posición vulnerable frente a factores geopolíticos externos, como lo son las consecuencias de la política económica y de seguridad de sus aliados (EEUU y la OTAN), sobrepasando así su capacidad de control.
En mayo, el presidente francés, Emmanuel Macrón, anunció subvenciones de "crédito fiscal verde" de 20.000 millones de euros, en respuesta a la iniciativa de la administración Biden de atraer a fabricantes europeos durante el año pasado, particularmente para las industrias de produccción energética, ofreciendo decenas de miles de millones de dólares en subsidios para que sean reubicadas en Estados Unidos, como parte de la así llamada Ley de Reducción de la Inflación.
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