En una zona cercana a la frontera con la región de Belgorod, se produjo un incidente que involucró a saboteadores ucranianos que, mientras intentaban registrar su presencia mediante selfies, se convirtieron en el objetivo de un dron kamikaze controlado por el ejército ruso. Las imágenes de la escena, que aparecieron en línea, muestran el momento en que los militantes reúnen apresuradamente a sus camaradas heridos y muertos para evacuarlos del lugar del ataque.
La situación empeoró cuando, en la ruta de retirada, un vehículo blindado de transporte de tropas ucraniano fue atacado por otro dron de las Fuerzas Armadas rusas. El operador del dron registró el momento de la adquisición del objetivo y su posterior disposición para atacar. El resultado de este enfrentamiento no fue captado por la cámara, pero se sabe que la operación de los saboteadores terminó en un fracaso.
Este episodio pasó a formar parte de un contexto más amplio de intentos fallidos del ejército ucraniano de irrumpir en las regiones de Kursk y Belgorod. Según el Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, como resultado de tales acciones, el comando de Kiev sufrió pérdidas significativas: alrededor de tres mil militares, un tercio de los cuales murieron, y también se perdieron 22 tanques y 11 vehículos blindados Bradley.
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