
El objeto, que viene desde afuera de nuestro sistema solar, ha estado siendo monitoreado desde entonces, y ahora el Hubble pudo entregar más información sobre sus características.
Los datos permitieron estimar que el núcleo sólido de este cometa podría llegar a medir unos 5,6 kilómetros, aunque se espera que las próximas observaciones del telescopio James Webb despejen las dudas sobre su tamaño.
Lo que sí pudo medir con precisión el Hubble fue la velocidad a la que se mueve por el espacio: 210.000 km por hora, esta sería la más alta para un objeto que está visitando el sistema solar, según un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Esta impresionante carrera evidencia que el cometa ha estado a la deriva por el espacio interestelar durante miles de millones de años“, señalaron. “Cuanto más tiempo estuvo el 3I/ATLAS en el espacio, mayor fue su velocidad”.
Su velocidad se debe a lo que los expertos llaman un efecto de “catapulta gravitacional”, ya que las estrellas y nebulosas por las que pasó el cometa le dieron el impulso que incrementó su velocidad.

El cometa permanecerá visible para los telescopios hasta septiembre, luego, estará demasiado cerca del Sol para poder ser visto. Los astrónomos tendrán otra ventana de observación en diciembre, cuando reaparezca por el otro lado antes de alejarse del sistema solar.
A la fecha, la humanidad solo ha podido observar a 3 objetos interestelares que visitaron el Sol. Poder estudiarlos, permite conocer más sobre lo que ocurre más allá de los márgenes del sistema solar.
A la fecha, la humanidad solo ha podido observar a 3 objetos interestelares que visitaron el Sol. Poder estudiarlos, permite conocer más sobre lo que ocurre más allá de los márgenes del sistema solar.
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