Unos 700.000 cristianos de Sudán
tienen tres semanas para abandonar el país "estrictamente islámico" que
los privó de la ciudadanía. En caso contrario, serán tratados como
extranjeros, una situación que peligrosa "bajo el actual régimen, que es
extremadamente hostil hacia los no musulmanes y no árabes".
Según destaca el sitio de la organización Barnabas Fund,
hay una gran preocupación de que los cristianos que permanezcan en
Sudán después del 8 de abril, se enfrenten a persecuciones o
repatriaciones forzosas. Al mismo tiempo, los expertos advierten que un
éxodo masivo podría causar una catástrofe humanitaria, ya que la
situación tanto en Sudán como en la recién formada República de Sudán del Sur sigue siendo muy complicada.
"A pesar del hecho de que la larga guerra civil terminó y Sudán del Sur
se separó, los cristianos siguen sufriendo en ambos países", destacó el
director de Relaciones Internacionales de Barnabas Fund, Patrick
Sookhdeo.
"En Sudán del Sur continúa aumentando la tensión porque siguen llegando
cientos de miles de personas que huyen de Sudán donde el régimen de Omar al-Bashir que busca islamizar y arabizar totalmente al país, continúa cometiendo atrocidades", agregó.
Gran parte de los cristianos tuvieron que desplazarse hacia el norte de
Sudán durante la prolongada guerra civil que mutiló al país y que
condujo a la división de su territorio y al establecimiento de la
República de Sudán del Sur, proclamada en julio del año pasado.
Este joven Estado sufre una crisis alimentaria agravada por la sequía
que destruyó todos sus cultivos. Según la ONU, unos 6 millones de
personas podrían verse afectadas por la escasez de alimentos en Sudán
del Sur.
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_37973.html
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