Los terremotos o sismos terrestres tienen como origen las corrientes de convección de la roca fundida del manto terrestre. La corteza o capa exterior es más fría y se encuentra en estado sólido. La capa exterior está a merced de las corrientes internas, que la desplaza como resultado de esa convección, fragmentándola en placas llamadas tectónicas. La mayoría de los terremotos se producen en las fronteras de esas placas, que son los lugares en los que la fricción es mayor.
Las placas pueden converger, divergir, o desplazarse lateralmente.
En los puntos de fricción entre las placas se va acumulando tensión hasta que se dispara liberando toda la energía acumulada en forma de terremoto.
Por otro lado, las llamaradas solares, o CME de sus siglas en inglés, son explosiones en la corona solar que lanzan al exterior protones y electrones a enormes velocidades, acompañadolos de radiación electromagnética en todas las longitudes de onda desde ondas de radio hasta rayos gamma. Las llamaradas solares se clasifican en tipos dependiendo de su energía, A, B, C, M y X, donde las A son las más débiles y las X las más potentes. Dentro de cada tipología hay 9 escalas, cada una de ellas incrementando linealmente la potencia de la anterior.
Si una llamarada sale despedida en dirección a la Tierra, al llegar a nuestro planeta se produce una tormenta geomagnética, que es una perturbación temporal de la magnetosfera terrestre. En este caso, la radiación X ioniza la atmósfera superior, lo cual puede interferir en el buen funcionamiento de las comunicaciones de radio. Los protones y electrones son desviados en su mayor parte a los polos por el efecto del campo magnético de la Tierra, donde colisionan con átomos de oxígeno y nitrógeno excitándolos hasta niveles altos de energía, que al ser disipada se transforma en energía luminosa formando las auroras boreales.
¿Qué correlación hay entre las llamaradas solares y los terremotos?
Si buscamos documentación científica al respecto encontraremos información poco concluyente.
Este documento por ejemplo habla sobre variaciones en la ionosfera detectadas horas antes de que dos terremotos ocurriesen en la zona de Indonesia.
http://adsabs.harvard.edu/abs/2009Ge%26Ae..49..682S
Este por contra compara las propiedades estadísticas de ambos fenómenos y llega a la conclusión de que no existe correlación entre ambos.
http://adsabs.harvard.edu/abs/2008PApGe.165..761K
Este es más explicito. En él se analizan 682 terremotos de intensidad mayor a 4, ocurridos entre 1991 y 2007 contrastados contra las llamaradas solares observadas por las misiones GOES (Geostationary Operational Environmental Satellite) y SOXS (Solar X-ray Spectrometer) para averiguar si existe una correlación entre unos y otros.
Nuestra investigación determinó que los terremotos bajo análisis fueron precedidos por llamaradas de categoría entre B y X con una antelación de entre 10 y 100 horas. Por contra no se puede correlacionar la intensidad de las llamaradas con la intensidad de los terremotos.Este otro se formula en los mismos términos.
http://adsabs.harvard.edu/abs/2007AGUSMIN33A..03J
La actividad solar juega un papel importante aunque no exclusivo en aparición de terremotos. La mayor actividad sísmica ocurre en los periodos de actividad solar moderadamente alta, o fluctuante. La información mostrada en este documento permite la predicción estadística de los terremotos.El contenido de este documento entra en contradicción con el de J. Casey, mencionado en la última entrada del club de astronomía:
http://adsabs.harvard.edu/abs/1967E%26PSL…3..417S
En su trabajo “Correlation of Solar Activity Minimums and Large Magnitude Geophysical Events” (http://www.spaceandscience.net/sitebuildercontent/sitebuilderfiles/ssrcresearchreport1-2010.doc), J. Casey desarrolla un interesante trabajo que correlaciona la actividad volcánica y sísmica de los últimos 300 años, versus los valores de actividad solar basados en el SSN (número de manchas solares). Considerando la lista de las explosiones volcánicas modernas más importantes registradas en el periodo de estudio, el análisis concluye que gran número de ellas ocurrió durante periodos de baja actividad solar, especialmente durante los llamados periodos de hibernación solar de Maunder (1645-1715) y Dalton (1790-1830)¿Cómo es posible que los resultados de estos estudios lleguen a conclusiones tan dispares? No lo se.
La fricción de las placas tectónicas va acumulando energía, que es disparada en un momento dado generando un terremoto. En los instantes anteriores a que el terremoto ocurra, la situación es tan frágil que incluso la fuerza de marea de la Luna o el Sol puede desencadenarlo. ¿Qué factor de una llamarada solar que llegue a la Tierra podría hacer saltar el gatillo? El viento solar desde luego que no.
El viento solar es mucho más débil que el viento que se produce en la Tierra, aunque es mucho más rápido. La velocidad del viento solar es de unos 1,5 a 3 millones de Km por hora, pero es débil porque tiene solo unas 6 partículas por cc. Para hacerse una idea de la diferencia, la presión producida por el viento solar se mide en nanopascales mientras que el viento frontal en la superficie terrestre es de unos 100 pascales. Parece difícil que una presión así, por muy intensa que sea la tormenta solar pueda de alguna manera desencadenar un terremoto.
En 2009 se produjeron 14.798 terremotos en total, de los cuales 8.843 fueron de intensidad mayor a 4. Eso es algo más de un terremoto de esa intensidad por hora. Es difícil que algo así no se correlacione con casi cualquier cosa. La mayor parte de los estudios se centran en los terremotos ocurridos en una zona geográfica. Si se encuentra correlación puede ser perfectamente por coincidencia, aunque tampoco hay que desestimar las malas prácticas científicas, ya que es posible que en el proceso del estudio se hayan dejado de lado los datos que no encajen en el modelo que se quiere proponer.
Además fuentes prestigiosas como el “Annual Review of Earth and Planetary Sciences” que publica una vez al año el estado actual del conocimiento en temas relacionados con la Tierra, incluyendo los terremotos, nunca ha publicado nada (al menos en los resúmenes) que relacione las llamaradas solares con los terremotos.
Por ello creo que debemos de asumir la inocencia de los CMEs en lo que a terremotos se refiere, al menos mientras que no dispongamos de pruebas sólidas que los incriminen.
Sugerido por Alejandro
Referencias:http://news.bbc.co.uk/2/shared/bsp/hi/pdfs/earthquake_guide.pdf
http://www.swpc.noaa.gov/info/FAQ.html
http://eo.nso.edu/MrSunspot/answerbook/sunspots.html#q128
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