Los servicios de Inteligencia de EE. UU. y de Israel no confirman la elaboración de la bomba atómica
en Irán. Esto podría ser otro argumento a favor de la regulación
diplomática de la crisis en las relaciones de Occidente e Irán. No
obstante, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no deja de
subrayar que el programa nuclear iraní es un peligro para Israel.
Según afirman fuentes de los servicios de Inteligencia estadounidense,
se ha confirmado que el programa militar nuclear iraní fue suspendido en
2003 por orden del ayatolá Alí Hoseiní Jameneí y desde aquel entonces
no se ha reiniciado, pese a los rumores sobre los presuntos fines
militares del programa actual.
Satélites, sensores y agentes para conocer la verdad
Según un informador anónimo de los servicios de Inteligencia
estadounidenses, citado por The New York Times, la Inteligencia de EE.
UU. usó todos los recursos técnicos que tienen a su alcance para
informarse lo máximo posible sobre el tema. Interceptan las
conversaciones de los funcionarios y científicos iraníes, y las
instalaciones nucleares de Irán están observadas por los satélites y los
aviones no tripulados más modernos de EE. UU. Incluso estas
instalaciones están rodeadas por una red de sensores autónomos que
siguen las señales electromagnéticas y los vertidos de las partículas
radiactivas.
En cuanto a la red de agentes de la Inteligencia occidental, la
situación es más complicada porque es sumamente difícil para la CIA
introducir a sus agentes en la República Islámica. El trabajo se
complica aún más por la falta de una embajada estadounidense en Irán.
Pero aquí les puede ayudar Israel que colabora con el movimiento
antigubernamental iraní Mojahedin-e Khalq y con los separatistas kurdos.
Israel sigue con su retórica: ¿Un engaño bien pensado?
La noticia principal que comunicó dicha fuente a la prensa
estadounidense es que los agentes de la Inteligencia israelí comparten
la opinión de sus colegas de EE. UU. de que el programa nuclear de Irán
está lejos de tener fines militares, pero el Gobierno israelí sigue con
su posición agresiva.
Los altos cargos israelíes han insistido varias veces en la necesidad
de empezar una operación contra Irán lo más rápido posible porque "la
ventana de la oportunidad" para atacar se cerrará en un futuro próximo.
Benjamín Netanyahu no deja de subrayar que el programa nuclear iraní es
un peligro para Israel. El 5 de marzo, pronunciando su discurso ante el
Comité de Asuntos Públicos EE. UU.-Israel (AIPAC, por sus siglas en
inglés), comparó las plantas nucleares de Irán con los campos de
concentración nazis. Durante su reciente visita a EE. UU. el primer
ministro israelí intentó asegurarse el apoyo estadounidense en caso de
que Tel-Aviv decida atacar las instalaciones nucleares iraníes. Sin
embargo, no logró respaldo.
Esta semana los líderes de EE. UU. y Gran Bretaña, Barack Obama y David Cameron,
respectivamente, subrayaron que no apoyarían la operación militar
israelí contra Irán. Washington y Londres esperan que las sanciones
impulsen a Teherán a colaborar más activamente con la OIEA y a
reconsiderar los proyectos que preocupan a Occidente.
Los expertos consideran que teniendo en cuenta toda la seriedad de las
acusaciones de Israel, sus aviones ya hace mucho deberían haber empezado
sus bombardeos en Irán. Pero esto no sucede y los analistas consideran
que la 'indignación' israelí podría ser nada más que un engaño bien
pensado para provocar que Obama introduzca nuevas sanciones contra
Teherán.
Incluso en su patria Benjamín Netanyahu se ha tropezado con críticas:
la publicación Haarez compara al primer ministro con un tigre de papel,
que se permite una retórica bélica pero no aplica ningún esfuerzo para proteger su población de un posible ataque de respuesta por parte de Irán y sus aliados.
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_37650.html
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_37650.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario