A Estados Unidos se le están acabando las bombas de diámetro pequeño guiadas por GPS que fabrica Boeing, las bombas modernas que fabrica Raytheon y los misiles aire-aire, según reportan en el medio especializado Defense One.
Muchos de los arsenales de bombas que posee el ejército de los Estados Unidos están siendo enviados de la región del Pacífico al Medio Oriente y África, donde supuestamente se necesitan con mucha más urgencia.
Este no es un problema reciente.
El Pentágono lleva casi un año advirtiendo que el bombardeo intensivo de Estados Unidos a objetivos relacionados con ISIS podría llevar a una escasez. A finales de 2015 el ejército se encontró con un problema bastante similar.
Desde que comenzó la operación “Inherent Resolve” en agosto de 2014, Estados Unidos ha gastado más de 11.900 millones de dólares en operaciones militares contra Estado Islámico.
Eso incluye solamente los 19.607 ataques en Irak y Siria, con un costo de 12,8 millones de dólares al día. Ese monto no cuenta con los ataques que se han llevado a cabo en lugares como Afganistán, Somalia y Yemen.
El problema es que el ejército estadounidense lanza bombas más rápido que lo que compra.
Según advirtió el Almirante Harry Harris del Comando estadounidense del Pacífico (PACOM), al comité de servicios armados del congreso de EEUU,
“Estas no son armas lujosas e impresionantes, son armas comunes y corrientes. Pero son absolutamente críticas en lo que estamos tratando de hacer, no solo contra Corea del Norte, sino también en nuestras batallas del Medio Oriente”.
http://es.gizmodo.com/estados-unidos-esta-lanzando-tantas-bombas-que-se-le-es-1794746494
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