El presidente sirio, Bashar al-Asad, niega que Rusia se haya coordinado con el régimen de Tel Aviv o sabido de antemano los recientes ataques israelíes a Siria.
“Rusia nunca ha colaborado con nadie en contra de Siria, ni política ni militarmente”, afirma el mandatario sirio en una entrevista publicada este domingo por el diario británico Daily Mail.
Con estos señalamientos, Al-Asad ha desmentido los reportes de los medios israelíes que alegaban que el régimen de Israel se había coordinado con Rusia o contaba con el visto bueno de Moscú para los masivos bombardeos realizados en mayo contra objetivos militares en el territorio sirio.
“Eso es una contradicción. ¿Cómo (los rusos) podrían ayudar al Ejército sirio a avanzar y al mismo tiempo trabajar con nuestros enemigos para destruir nuestro Ejército?”, ha cuestionado el jefe de Estado sirio.
Por otro lado, Al-Asad ha negado que Rusia sea quien mueve los hilos en Siria, recalcando que el Gobierno de Damasco es plenamente soberano e independiente de sus aliados.
Al final y pese a diferencias existentes con Rusia o Irán, ha añadido Al-Asad, “las únicas decisiones sobre lo que hay que hacer en Siria son decisiones sirias”.
Rusia nunca ha colaborado con nadie en contra de Siria, ni política ni militarmente”, dijo el presidente de Siria, Bashar al-Asad.
En otro momento de la entrevista, recogida por completo por la agencia oficial siria de noticias, SANA, el dignatario sirio ha calificado al Ejército Nacional de ser “la principal fuerza” que ha estado luchando contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), con el apoyo de los rusos y los iraníes.
Además, ha acusado a los países occidentales, sobre todo a Estados Unidos y al Reino Unido, de apoyar a los grupos radicales en el país árabe. A este respecto, ha lamentado que Londres siga respaldando abiertamente a los llamados Cascos Blancos, un grupo que se hace pasar por un organismo humanitario y que opera en zonas en poder de grupos afines a Al-Qaeda.
El Gobierno de Damasco tilda a los Cascos Blancos de miembros de Al-Qaeda disfrazados de rescatistas voluntarios que, con el apoyo occidental, buscan el derrocamiento del Gobierno sirio.
Siria vive sumida en un conflicto desatado en 2011, el cual ha dejado casi medio millón de muertos. En los últimos meses, las Fuerzas Armadas del país árabe han logrado recuperar importantes localidades en las inmediaciones de Damasco, la capital siria.
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