El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Ankara usará los sistemas antiaéreos rusos S-400 en caso de necesidad y volvió a explicar las razones del país para optar por las armas rusas en vez de las estadounidenses.
"No vamos a comprar los S-400 para dejarlos en un almacén. Vamos a usarlos si es necesario. Es un sistema de defensa, ¿qué vamos a hacer con él sino defendernos?", manifestó el presidente turco citado por el diario Hurryet Daily News.
Las declaraciones del mandatario de Turquía llegan tras una sugerencia por parte de los altos cargos de EEUU de "no usar los S-400 incluso si los compran", filtrada por las fuentes diplomáticas turcas, reza el artículo.
Erdogan agregó que su país no va a depender de EEUU en este aspecto y recordó que Ankara hace años que solicitó a Washington sistemas de defensa antiaérea, siempre para recibir la respuesta de que "el Congreso de EEUU no lo autoriza".
A su vez, Moscú "respondió a nuestra solicitud con una oferta bastante atractiva", ofreciendo una producción conjunta y condiciones de préstamo muy favorables, así que Turquía optó por esta opción.
Erdogan agregó que su país no va a depender de EEUU en este aspecto y recordó que Ankara hace años que solicitó a Washington sistemas de defensa antiaérea, siempre para recibir la respuesta de que "el Congreso de EEUU no lo autoriza".
A su vez, Moscú "respondió a nuestra solicitud con una oferta bastante atractiva", ofreciendo una producción conjunta y condiciones de préstamo muy favorables, así que Turquía optó por esta opción.
El acuerdo sobre la compra de los sofisticados sistemas antiaéreos rusos S-400 se firmó en diciembre de 2017.
La OTAN, de la que Turquía es miembro, se manifestó en contra del contrato bajo el pretexto de la imposibilidad de integrar los sistemas rusos a la infraestructura de la OTAN, un argumento que Ankara descartó al recordar el servicio de los sistemas de generación anterior, S-300, en el Ejército de Grecia.
También, EEUU aludió a posibles sanciones contra Turquía por hacer negocio con una empresa sancionada —Almaz-Antei, el fabricante de los S-400, está bajo sanciones de Washington—. Ankara rechazó el lenguaje de las amenazas y prosiguió con el contrato.
Por su parte, Rusia aplicó esfuerzos para adelantar los suministros de los sistemas. Actualmente, se espera que las primeras unidades lleguen a Turquía dentro de un año, en julio de 2019, concluye el medio turco.
La OTAN, de la que Turquía es miembro, se manifestó en contra del contrato bajo el pretexto de la imposibilidad de integrar los sistemas rusos a la infraestructura de la OTAN, un argumento que Ankara descartó al recordar el servicio de los sistemas de generación anterior, S-300, en el Ejército de Grecia.
También, EEUU aludió a posibles sanciones contra Turquía por hacer negocio con una empresa sancionada —Almaz-Antei, el fabricante de los S-400, está bajo sanciones de Washington—. Ankara rechazó el lenguaje de las amenazas y prosiguió con el contrato.
Por su parte, Rusia aplicó esfuerzos para adelantar los suministros de los sistemas. Actualmente, se espera que las primeras unidades lleguen a Turquía dentro de un año, en julio de 2019, concluye el medio turco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario