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viernes, 1 de mayo de 2020

Se acaba el juego para la industria petrolera de Estados Unidos



El juego está acabado para la industria petrolera de EEUU, asegura Arthur Berman, experto estadounidense en crudo. Los precios colapsaron y los almacenes están llenos. La única opción para muchos productores es cerrar y quedarse sin ingresos. Luego vienen las deudas, y la siguiente etapa es la quiebra, advierte el analista.

La crisis ha cambiado todo. Cuanto más tiempo dure, menos se parecerá el futuro al pasado, dice el experto en su artículo 'La muerte del petróleo de EEUU' para el portal oilprice.com.

Es un momento de incertidumbre porque "nadie sabe cuánto tiempo estará deprimida la actividad económica, cuánto tiempo tardará en recuperarse o si se recuperará".

Según el autor, la energía es la economía y el petróleo es la parte más importante y productiva de la energía.

"El consumo de petróleo de EEUU está en su nivel más bajo desde 1971, cuando la producción era solo un 78% de lo que era en 2019. Al igual que el petróleo, también la economía está en declive", constata Arthur Berman.

Según el analista, el consumo de EEUU ha caído alrededor de un 30%, de 20 millones de barriles diarios por día en enero a 14 millones de barriles diarios por día en abril. La ingesta de las refinerías ya es un 25% menor que en el primer trimestre del año y caerá aún más a medida que el consumo disminuya. Las refinerías cerrarán, pronostica.

El petróleo estadounidense se mezcla con el importado para producir diésel.

"El sistema de extracción, transporte y distribución de recursos naturales del mundo depende del diésel. A medida que las refinerías cierren y se produzca menos diésel, habrá menores niveles de extracción de recursos naturales, menos fabricación y menos compra de bienes", advierte Berman.

Energía renovable

Mientras tanto, el analista opina que la crisis de petróleo no representa ninguna oportunidad para la energía renovable.

La fabricación de paneles solares, turbinas eólicas y autos eléctricos depende del diésel en toda la cadena de suministro, desde la extracción hasta la distribución de los productos acabados. Un mundo en depresión económica optará por los combustibles más baratos y productivos, señala.
"El petróleo será barato y abundante durante mucho tiempo. Habrá poco dinero o apetito por los cambios masivos de equipamiento que requieren las fuentes renovables. El cambio climático no estará muy presente en la conciencia de las personas que luchan por sobrevivir", analiza el experto.
Recuperación del petróleo

El analista considera "poco probable que la producción y los precios del petróleo recuperen los niveles de finales de 2018".

La producción del petróleo apretado, según Berman, puede caer por debajo de 3 millones de barriles diarios por día para junio de este año. Dado que el crudo apretado representa alrededor del 55% de la producción de EEUU, la producción total de crudo podría disminuir de 12 millones de barriles diarios por día a 5,5 millones de barriles diarios por día para finales de la primera mitad de 2020.

"Esta estimación es mucho más agresiva que los pronósticos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (E-I-A) porque esta no ha modelado adecuadamente la velocidad de cierre de la producción con niveles de almacenamiento completos", observa el experto.

Colapso económico de Estados Unidos

Los analistas de inversión estiman que el PIB de EEUU se contraería un promedio de 30 al 35% en 2020, mientras que Berman calcula que disminuirá alrededor del 20 al 25%. "Cualquier valor dentro de este rango es catastrófico", agrega.

Según el economista Lawrence Summers, el sistema financiero de EEUU puede colapsar debido a los incumplimientos. Aproximadamente el 25% de los inquilinos estadounidenses no pagaron a sus propietarios y el 23% de los estadounidenses no realizaron su pago de la hipoteca en abril.
"Cuando la gente no paga a sus acreedores, los acreedores a su vez no pueden pagar a sus acreedores. Para comparar, una tasa de impago de la hipoteca del 28% contribuyó al colapso financiero de 2008", señala Berman.

Berman duda que haya una recuperación de la demanda en el tercer trimestre a pesar de la reapertura de los negocios en el segundo.

"Estamos en una depresión global. El desempleo seguirá siendo alto y los consumidores se verán perjudicados por la falta de ingresos durante los meses de cuarentena", explica su pronóstico pesimista.

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