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lunes, 22 de noviembre de 2021

Francia espera que Putin interfiera en la situación en la frontera polaco-bielorrusa

El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, reveló que espera que el presidente ruso, Vladímir Putin, intervenga en la situación de los migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, así como presione a Minsk.

El pasado 15 de noviembre los mandatarios de Francia y Rusia mantuvieron una conversación telefónica. Según informó el Palacio del Elíseo, el líder galo, Emmanuel Macron, y su homólogo ruso acordaron trabajar conjuntamente para apaciguar la crisis migratoria en la frontera polaco-bielorrusa.

"Putin mantiene estrechos vínculos con Lukashenko, debe de tener posibilidades de reaccionar, de ejercer presión diplomática o de otro tipo, ya que esos países están unidos históricamente, por el hecho de ser vecinos, por la cooperación económica y la política (...) el presidente Putin prometió intervenir, espero que lo haga", dijo Le Drian a la emisora radial RTL.

Al referirse a las relaciones entre París y Moscú, el titular francés recordó que Rusia "es ante todo un vecino" de Francia.

"Los vecinos a veces les resultan insoportables, hay vecinos que les irritan, pero siguen siendo sus vecinos, es por eso que hay que buscar una forma de actuar juntos en aras de los intereses comunes", subrayó el canciller galo.

Le Drian precisó que justo por ese motivo el pasado 12 de noviembre se reunió con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, junto con el titular de Defensa, Serguéi Shoigu, encuentro en el que también participó Florence Parly, la ministra de la entidad castrense gala, como parte del formato 2+2.

"No puedo decir que la reunión fuese muy buena, lo más importante es que haya tenido lugar. Es necesario siempre apoyar el diálogo", recalcó el ministro.

La semana pasada se agravó la situación en la frontera bielorruso-polaca, donde se congregaron miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Medio, que pretenden cruzar a la Unión Europea.

Las autoridades polacas aumentaron la seguridad fronteriza, reforzándola con el Ejército y frustrando los intentos de los migrantes irregulares de entrar en el país, y acusaron a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.

Minsk rechazó las acusaciones, alegando que Varsovia está expulsando por la fuerza a los migrantes.

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