La cuestión acerca de si el desarrollo de los ordenadores cuánticos podría ser el fin de las criptomonedas y la blockchain, no es un debate novedoso. Cada cierto tiempo, normalmente coincidiendo con la presentación de una nueva y espectacular máquina de la computación cuántica, se vuelve a poner sobre la mesa.
En este caso, ha sido IBM el que acaba de presentar Eagle, un procesador cuántico que supera la barrera de los 100 qubits, para irse hasta los 127.
En menos de una década, la computación cuántica puede acabar con las criptomonedas
Primero, un somerísimo repaso a qué es la computación cuántica. Para ello, oportuna es la definición que dan en Santander Global Tech: “La computación cuántica es un nuevo paradigma en la ciencia de la computación, que aprovecha fenómenos cuánticos como la superposición, el entrelazamiento y la interferencia para obtener una mejora significativa en la velocidad de resolución de determinados problemas complejos respecto a los algoritmos clásicos”.
Ahora sí: ya en noviembre de 2017, con la computación cuántica mucho menos avanzada que en la actualidad, Divesh Aggarwal, investigador de la Universidad Nacional de Singapur, realizó una investigación en la que aseguraba que el desarrollo de este tipo de ordenadores suponía un peligro “real e inminente” para Bitcoin.
Algunas de las conclusiones del estudio se publicaron entonces en MIT Technology Review, en un texto enfocado a la mayor criptomoneda por capitalización de mercado, pero extrapolable (con mínimas variaciones) al resto de divisas digitales.
Explican que una característica esencial de Bitcoin es su seguridad, que evita que las monedas digitales puedan ser robadas o copiadas, gracias a unos protocolos criptográficos realmente difíciles de descifrar.
Explotan funciones matemáticas como la factorización, indican, “que son fáciles en una dirección, pero difíciles en la otra, al menos para un ordenador tradicional”. No para uno cuántico.
Se refieren al proceso de minería de criptomonedas, por el cual los ordenadores (mineros) resuelven complicados problemas matemáticos y obtienen bitcoins como recompensa (normalmente estos nodos se unen en los llamados pools de minería, para tener una potencia computacional muy grande).
Pero, apuntan en MIT, este proceso tiene una importante carencia: que puede sufrir el conocido como ‘Ataque del 51%’. Es decir, que, si un grupo de mineros controla más del 50% de la potencia computacional, es, de facto, como si controlara de manera unilateral toda la cadena de bloques.
Y si este grupo tiene intenciones malignas, podría, por ejemplo, borrar transacciones y gastar bitcoins 2 veces. Un ordenador cuántico, sostienen, sería capaz de superar sin problemas ese 50%.
No sería algo inmediato, sino que Aggarwal señaló (en 2017) que pasarían alrededor de 10 años hasta que los ordenadores cuánticos superaran la velocidad de los circuitos ASIC, que son los mayoritariamente utilizados en la minería de bitcoin.
Más amenazas para las criptomonedas
No es la anterior la única vía por la que los ordenadores cuánticos amenazan el futuro de las criptomonedas.
El investigador también se refirió al hecho de que Bitcoin garantiza que sólo el propietario del token pueda gastarlo, y lo hace basándose en las matemáticas que también se usan para los esquemas de cifrado de claves públicas. Ergo, el dueño genera 2 números: una clave pública y otra privada y secreta. La pública, subraya, es fácil de crear a partir de la privada, pero no al revés.
Sólo se puede engañar al sistema de una manera: hallando la clave privada desde la pública. De nuevo, una operación sumamente complicada para una computadora normal, pero relativamente sencilla para un ordenador cuántico.
“El esquema de firma de curva elíptica utilizada por Bitcoin corre un riesgo mucho mayor, y podría verse completamente roto por un ordenador cuántico en 2027”, afirmó sin ambages Aggarwal.
De los 54 qubits de Google a los 127 de IBM
No parece que fuera nada desencaminado el investigador de la Universidad de Singapur. 4 años después, Jian-Wei Pan, científico creador de un ordenador cuántico de 66 qubits, afirma en El Confidencial que restan 4 o 5 años para que esta tecnología esté a punto.
No se sabe si al hacer esa afirmación tuvo en cuenta el recién presentado ordenador cuántico de IBM. Se llama Eagle, y es un procesador de 127 qubits. Aseguran que, con este ordenador, “los usuarios explotarán un territorio computacional inexplorado y experimentarán un hito clave en el camino hacia la computación cuántica práctica”.
Y avisan: para 2023 preparan Osprey (con 433 qubits) y, sobre todo, Condor, con 1.121 qubits. La amenaza crece para las criptomonedas.
Con estas cifras, queda ya muy lejano el anuncio de Google, en octubre de 2019, en el que se congratulaban por haber creado Sycamore, un ordenador cuántico de 54 qubits, capaz de realizar en 200 segundos un cálculo para el que la computadora tradicional más potente del momento necesitaría 10.000 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario