La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha reunido este viernes a puertas cerradas para abordar la gravedad de la nueva variante del coronavirus, B.1.1.529, y la ha designado como 'variante preocupante', otorgándole el nombre Ómicron, según una de las letras del alfabeto griego adoptado por el organismo para denominar distintas cepas.
A su vez, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) también ha incluido a B.1.1.529 en la lista de las variantes preocupantes, donde se ubica al lado de Delta, Beta y Gamma.
¿De dónde viene y dónde está presente?
La cepa B.1.1.529 se detectó por primera vez este mes en Botsuana, donde ya se han secuenciado cuatro casos. Para el 25 de noviembre, se ha registrado en 77 muestras en Sudáfrica, dos en Hong Kong y una más en Israel, donde la nueva variante fue detectada en viajeros desde Sudáfrica y Malaui, respectivamente, aunque en Hong Kong uno de los infectados solo estaba en cuarentena en la habitación de un hotel situada enfrente de la del turista que llegó desde Sudáfrica. Mientras, un caso adicional se ha confirmado recientemente en Bélgica.
¿Qué se sabe ya?
Lo que se conoce por el momento sobre la nueva variante es lo siguiente:
la presencia de una gran cantidad de mutaciones, más de 30 solo en la zona que codifica la proteína espiga (S);
algunas de las mutaciones detectadas están presentes también en las variantes ya conocidas, como Delta y Alpha, y están asociadas a una mayor transmisibilidad y evasión de las defensas del sistema inmune, como los anticuerpos.
Las principales incógnitas
Las preguntas que por ahora quedan sin respuesta y plantean incertidumbre en la comunidad científica son muchas más:
¿se transmite con mayor facilidad y rapidez que las variantes ya conocidas?
¿evade la protección de las vacunas y el sistema inmunitario, y en qué medida?
¿agrava el transcurso del covid-19 en los infectados o pasa de forma más leve?
¿será responsable de nuevas olas del covid-19 y podrá convertirse en la variante dominante en el mundo o exacerbar la situación ya existente, empeorada por Delta?
¿qué significa su aparición en la lucha contra la pandemia?
Tulio de Oliveira, director del Centro de Innovación y Respuesta a Epidemias en Sudáfrica, ya calificó B.1.1.529 como una "variante muy preocupante" y declaró que están trabajando "a contrarreloj" para comprender los puntos clave, como la transmisibilidad, la eficacia de las vacunas, la posibilidad de reinfección, la gravedad de la enfermedad y el diagnóstico.
El profesor señaló que la cepa parece propagarse "muy rápido", pues llegó a ser dominante en Sudáfrica en menos de dos semanas tras una ola del covid-19 impulsada por la variante Delta y fue detectada en el 75 % de los genomas estudiados. Por otro lado, la nueva variante debería ser fácil de rastrear, ya que puede ser detectada mediante una prueba de PCR cuantitativa, agregó De Oliveira.
La viróloga de la Universidad del Witwatersrand en Johannesburgo (Sudáfrica) Penny Moore señala que muchas mutaciones que conocen "son problemáticas, pero muchas más parecen contribuir a una mayor evasión" de la respuesta inmunitaria y ya hay indicios a partir de modelos informáticos de que B.1.1.529 podría esquivar la protección que nos dan las células T. El equipo de Moore, que estudia la cepa, espera aclararlo cuando lleguen los primeros resultados dentro de dos semanas.
En Sudáfrica, los contagios con la nueva cepa se registraron incluso entre los vacunados —en el país se administran tres vacunas, las de Pfizer, AstraZeneca y Johnson & Johnson—, mientras que los dos positivos de Hong Kong también habían recibido sus dosis de la vacuna de Pfizer.
Según Sharon Peacock, quien lideró la secuenciación genética del coronavirus en la Universidad de Cambridge y ha sido entrevistada por AP, la variante B.1.1.529 "puede haber evolucionado en algún infectado que luego no pudo eliminar el virus, dándole la oportunidad de evolucionar genéticamente". El escenario sería similar al del surgimiento de la variante Alfa, que fue detectada en el Reino Unido y mutó en una persona inmunodeprimida.
Restricciones de viaje
Entretanto, una serie de países alarmados por la aparición de la nueva variante del coronavirus se apresuraron a tomar medidas en un intento de impedir que B.1.1.529 llegue a sus territorios nacionales a pesar de las recomendaciones de la OMS de no discriminar las naciones que optaron por compartir los datos abiertamente y de no implementar medidas adicionales contra los viajeros de dichos países.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso este viernes "activar el freno de emergencia para detener los viajes aéreos desde la región del sur de África". De hecho, Países Bajos y el Reino Unido ya han prohibido los vuelos desde Sudáfrica, Botsuana, Esuatini (Suazilandia), Lesoto, Namibia y Zimbabue. "Los primeros indicios sugieren que puede ser más transmisible y las vacunas pueden ser menos eficaces", afirmó el secretario de Salud británico, Sajid Javid, en referencia a la nueva cepa.
Singapur también prohibió la entrada y el tránsito a los que han visitado los países mencionados en los últimos 14 días, y se espera que Israel adopte una medida similar en breve, mientras que Francia ha suspendido este viernes los vuelos de la región africana por 48 horas.
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