La semana pasada, varios medios de comunicación informaron del despliegue de sistemas de defensa aérea S-300 en el base aérea Al-Tabqa, en la provincia de Al-Raqa, en el norte de Siria.
No obstante, según ha informado este sábado el portal ruso de aviación Avia.pro, Rusia ha desplegado varios simuladores de sistemas de defensa aérea inflables S-300 en el centro de Siria, en lugar de usar los sistemas reales, para “engañar al enemigo y prevenir sus posibles ataques”.
Refiriéndose a varios imágenes publicados por combatientes kurdos, respaldados por Estados Unidos, que mostraban los sistemas S-300 ubicados en la base aérea de Al-Tabqa, el medio ruso ha afirmado que se puede ver que, en realidad, tanto el radar de este sistema como los lanzadores móviles son maquetas inflables. Damasco y Moscú todavía no han comentado al respecto.
Con todo esto, varios sistemas antiaéreos S-300 reales se encuentran en el territorio sirio. En octubre de 2018, Rusia finalizó la entrega de los sistemas S-300 a Siria, en un intento para reforzar la capacidad de la defensa aérea del Ejército sirio ante los bombardeos enemigos y, además, aumentar el nivel de seguridad de los militares rusos presentes en el país levantino.
Conforme a los medios rusos, los simuladores de sistemas rusos simulan el equipo real en las bandas de ondas ópticas, térmicas y de radar, y serán percibidos por medios de reconocimiento integrados como un material bélico real.
Rusia, a petición de del Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, brinda apoyo aéreo y logístico a las fuerzas del Ejército sirio para detener el avance de las bandas ultraviolentas.
El apoyo de Rusia a Siria ha sido de tal relevancia que las fuerzas sirias y sus aliados han podido liberar, casi en su totalidad, el territorio sirio de manos de las agrupaciones extremistas, hasta el punto de que la presencia de los ultraviolentos se limita a la provincia de Idlib, el último bastión de las bandas armadas.
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