El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, que está de visita en Asjabad (Turkmenistán) para participar en la XV Cumbre de la Organización de Cooperación Económica (ECO, por sus siglas en inglés), mantuvo la noche del sábado una reunión con su homólogo azerí, Jeyhun Bayramov.
Durante el encuentro, las partes abordaron temas de interés mutuo. Por su parte, el canciller iraní destacó la importancia de las colaboraciones entre los dos vecinos en diversos campos como el político, el económico, el cultural y el mediático, y evaluó positivamente la última visita del viceprimer ministro de Azerbaiyán, Shahin Mustafayev, a Teherán (la capital iraní).
Amir Abdolahian también se refirió a un próximo encuentro entre los presidentes de Irán y la República de Azerbaiyán, Seyed Ebrahim Raisi e Ilham Aliev, respectivamente, en Turkmenistán, y la describió como “una indicación del camino correcto para la diplomacia”.
Por otro lado, felicitó a Azerbaiyán por su reciente nombramiento como miembro del Consejo Ejecutivo de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y subrayó la necesidad de cooperaciones entre Teherán y Bakú. Irán figura entre los países que dieron su voto positivo a la membresía de su país vecino en el consejo.
Bayramov, a su vez, expresó satisfacción por la evolución positiva de las relaciones azeríes con Irán, tras una serie de malentendidos surgidos entre las partes.
El ministro de Exteriores de Azerbaiyán, además anunció la disposición de su país para trabajar en proyectos conjuntos con la República islámica, con la participación de otros Estados de la región.
El pasado 6 de noviembre, los cancilleres iraní y azerí mantuvieron una conversación telefónica en la que afirmaron que no se debe permitir que otras partes utilicen malentendidos entre los dos países para destruir las relaciones de dos naciones hermanas.
¿En qué se enraizaban esos malentendidos?
Teherán y Bakú estrechan los lazos bilaterales después de que sus nexos se habían tensado en medio de los intentos de Israel de aprovecharse de la última guerra entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj, para acercarse a las fronteras iraníes, desplegándose en algunas partes de Azerbaiyán, y, de esta manera, desestabilizar la región.
El intento del régimen israelí fracasó, puesto que tanto las autoridades iraníes como sus pares azeríes dejaron claro en diferentes ocasiones la profundas relaciones basadas en buena vecindad entre las dos naciones, pidiendo esfuerzos conjuntos destinados a no dar a los enemigos la oportunidad de interrumpir sus nexos.
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