Los operadores de drones rusos Lancet continúan demostrando una alta eficiencia en el desempeño de diversas misiones de combate, incluido el enfrentamiento a objetivos aéreos estáticos. Esta vez, el objetivo de la munición merodeadora fue el avión de entrenamiento de combate L-39 de las Fuerzas Armadas de Ucrania, ubicado en el aeródromo de Kulbakino en la región de Nikolaev. A pesar de la gran distancia entre el objeto y la línea del frente, el Lancet alcanzó con éxito el objetivo y atacó, superando todas las medidas defensivas, incluido el camuflaje.
El evento pone de relieve la vulnerabilidad de los aviones en tierra a los medios modernos. Esto es especialmente cierto para las aeronaves estacionadas en aeródromos sin un refugio adecuado o una defensa aérea eficaz. El ataque al L-39, que parece haber sido tanqueado y utilizado regularmente para entrenamiento, fue una clara indicación de estos riesgos. También hubo una ausencia total de operación activa de los sistemas de defensa aérea en el área del aeródromo en el momento del ataque, lo que permitió al dron registrar fácilmente los resultados de su ataque.
No es la primera vez que el aeródromo de Kulbakino se convierte en el objetivo de los drones kamikazes rusos. Anteriormente, en septiembre del año pasado, dos cazas MiG-29 de las Fuerzas Armadas de Ucrania ya fueron destruidos aquí y también se llevaron a cabo ataques con misiles contra la infraestructura del aeródromo.
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