Podemos esperar muchas y pocas cosas a la vez, pero algo que sin duda ayudará a que el programa de gobierno de obrador se lleve a cabo es el hecho de que su partido, Morena, prácticamente ha logrado la mayoría en la cámara de diputados, así como en la de senadores; eso se convertirá en una gran ventaja para AMLO pero también podría convertirse en un gran problema para el país.
Me explico; al obtener Morena la mayoría absoluta en la cámara de diputados y de senadores, Obrador gobernará prácticamente sin oposición, es decir, podrá hacer y deshacer a su antojo; claro, siempre y cuando sus diputados y senadores se lo permitan, cosa que muy probablemente sucederá.
Estando así las cosas, si Obrador realmente gobierna para el pueblo sin duda su trabajo le resultará mucho más fácil y podrá implementar los cambios y reformas necesarias para el buen funcionamiento del país; de tal manera que su gobierno puede resultar verdaderamente un parteaguas dentro de la historia de México, teniendo el país, por primera vez en su historia moderna, un gobierno patriota y eficaz a la vez; pero si por el otro lado, AMLO resulta un mal gobernante, no tendrá prácticamente oposición que se oponga a sus malas decisiones y entonces puede llevar a México a un verdadero caos.
Pero lo que yo creo es que Obrador realmente trabajará para el pueblo y llevará a México a una era de prosperidad que jamás ha visto, pues su gobierno se caracterizará por su profesionalismo y su buena administración, tomando las decisiones correctas para que esta nación se aleje de la mediocridad y el subdesarrollo, de tal forma que explote sus verdaderas capacidades; capacidades hoy dormidas gracias a tratados secretos que han hecho los anteriores gobiernos con la élite internacional; tratados como el llamado tratado de Bucareli, acuerdo que impide un desarrollo adecuado del país, limitando el tipo de investigación científica y tecnológica que puede generar México, limitando de esa manera su desarrollo científico e industrial.
Muchos no sabrán que son los tratados de Bucareli, pero esos tratados exigen que México no fabrique motores de combustión interna de alto caballaje, así como automotores, aeronaves de gran tamaño y, sobre todo, que no desarrolle sus fuerzas armadas y la tecnología nuclear, entre muchas otras cosas.
De esta manera, si Obrador decide trabajar realmente para el pueblo esos tratados se anularán y México desarrollará su ciencia y su tecnología sin restricciones, accediendo con ello a la gran industria y a la tecnología de vanguardia.
Pero para saber de lo que hablo a continuación les contare que son los tratados de Bucareli.
Los Tratados de Bucareli (parte 1)
¿Te has preguntado alguna vez porque México está tan atrasado en tecnología y ciencia, pero sobre todo en tecnología? Hoy te lo cuento.
A pesar de tener (y haber tenido) recursos naturales extensos; recursos como Petróleo, gas, minerales, bosques, etcétera; y a pesar de todas las ventajas que ofrece el territorio mexicano, este país se encuentra en el subdesarrollo total.
Podemos pensar que el subdesarrollo, que ya es endémico, es consecuencia de la corrupción (que siempre ha existido en la sociedad mexicana), o por la manera de pensar del mexicano, de hacerlo todo al "hay se va"; o porque somos poco inteligentes, o porque no nos gusta estudiar ni trabajar, etcétera; podemos pensar que hay miles de razones, pero la realidad es que no es por eso, al menos no es la principal razón; la verdadera razón, básicamente, es porque hemos sido engañados, hemos sido impedidos para lograr esas metas de alcanzar un desarrollo social, científico y tecnológico adecuados. Nos han prohibido desarrollar nuestro ingenio, desarrollar nuestras ideas, tener una industria propia y poderosa. Nos han condenado a ser un país mediocre y maquilador.
La inteligencia la tenemos, como cualquier otro ser humano, pero no le conviene a las potencias extranjeras (principalmente EEUU) que México desarrolle esa inteligencia, que se desarrolle como una potencia económica y militar.
Nuestros “gobernantes” nos han vendido al mejor postor y nos han condenado a la pobreza e ignorancia. No nos dejaron tener ideas propias, solo nos permiten tener las que ellos quieren que nosotros pensemos. Nos lavaron el cerebro por medio de la cajita idiotizante (la televisión), y ahora por medio del Internet y sus redes “sociales” triviales, así como con revistas intranscendentes que solo hablan de chismes o de dibujos insulsos, y nosotros que tenemos pereza por usar nuestro cerebro nos dejamos engañar tan fácilmente.
Las guerras con Estados Unidos siempre las hemos perdido (o al menos eso es lo que nos quieren hacer creer), pero la realidad es que no las perdimos, nos vendieron, que es diferente.
El general Santa Anna tuvo la oportunidad clara, en varias ocasiones, de ganar la guerra, pero el muy imbécil no quiso destruir al enemigo, no por compasión, no; él lo hizo por dinero y por compromisos secretos contraídos con la masonería internacional y demás sociedades secretas (él era masón, como la mayoría de los expresidentes mexicanos, incluido el actual).
Prácticamente estaba ganada la guerra en la ciudad de México, pero él, Santa Anna, no quiso rematar al ejército invasor por supuestamente tener envidia de no ser él el que los derrotara finalmente, si no otro general subalterno; general que era el que estaba al frente luchando en ese momento contra las fuerzas yankees.
El ejército gringo ya se había dispersado, presa del miedo, pero él solo se dedicó a observar desde la colina la batalla y, posteriormente, se retiró, junto con su ejército, dejando al otro general mexicano luchar solo al lado de un pequeño grupo de hombres. Al paso del tiempo a este pequeño grupo se le acabaron las municiones y no tuvo otro remedio que rendirse. Pero se le acabaron las municiones porque Santa Anna deliberadamente no le envió más suministros ni pertrechos sabiendo lo que pasaría posteriormente, es decir, la derrota de los mexicanos.
Así como esta historia hubo muchas otras similares. Oportunidades en donde se pudo ganar la guerra, pero por traidores, como Santa Anna, no se logró.
Y desde entonces nos han condenado al servilismo, a ser el patio trasero de los gringos y demás potencias occidentales, pero quizá con obrador será diferente.
Los tratados de Bucareli
Hay unos tratados, llamados "los tratados de Bucareli", que han sido las tenazas que desde 1923 han limitado el desarrollo de México y los mexicanos. Por medio de dichos tratados (y también de otros, más algunos otros no conocidos), se les ha prohibido a los mexicanos desarrollar la ciencia y la técnica, principalmente en el ramo militar. Esa es la razón de por qué México nunca ha desarrollado una industria militar poderosa, ni aeronáutica, ni espacial, ni atómica, ni ninguna tecnología especializada propia. Desde el gobierno se han impuesto trabas burocráticas para impedir el buen desarrollo industrial nacional, sólo se ha fomentado ferozmente la maquila, hasta lo gritan a los cuatro vientos, pavoneándose, jactándose de que México ha conseguido inversión extranjera en la industria maquiladora, que no es lo mismo que la industria nacional; en realidad esta es industria extranjera que viene a fabricar a México aprovechando sus muy bajos salarios y sus grandes recursos naturales, así como su excelente ubicación geográfica.
Y todavía nos preguntamos por qué México no produce nada; no produce autos, aviones, barcos o material bélico autóctono.
Pero nunca se promueve el desarrollo de la ciencia o la tecnología local, así como tampoco el despegue de alguna industria nacional dedicada a cuestiones tecnológicas.
A la ciencia en México nos la han hecho ver como algo sin utilidad, como algo que no nos beneficiará en nada.
En vez de proteger a la industria nacional (como hacen todas las grandes potencias), abren indiscriminadamente el mercado interno a la competencia extranjera, sin darles ningún apoyo o ventaja a los empresarios locales. De esta manera estrangulan el desarrollo nacional en favor de las grandes corporaciones transnacionales.
Nunca han creado una agencia estatal, industria o institución que realmente desarrolle las cuestiones científicas y tecnológicas que necesita el país. Podrían haber creado la agencia espacial mexicana, el instituto de investigaciones nucleares o una industria militar poderosa, pero no, nunca lo han hecho. Es decir, nunca han creado verdaderos centros de investigación y desarrollo científico y tecnológico.
Estas eventuales instituciones científicas deberían ser de carácter estatal, es decir, del gobierno, porque de otra forma no se podría hacer, ya que estas cuestiones necesitan de grandes inversiones económicas y solo el Estado las puede realizar y, además, son cuestiones de seguridad y soberanía nacional. Esto es exactamente lo que hacen las grandes potencias mundiales porque es el camino hacia el desarrollo de una nación.
Aunque México ha invertido un poco en ciencia básica (CINVESTAD, UNAM, POLITÉCNICO, etcétera), no es suficiente, falta mucho por hacer. Esta investigación básica que se hace en las instituciones antes mencionadas no se cristaliza en cosas físicas, en cosas útiles, palpables; es decir, no se transfiere el conocimiento creado en la universidad a la industria nacional; falta ese vínculo, el vínculo entre ciencia y tecnología con la industria.
Hay países que, desde hace unas dos décadas atrás a la fecha, han entendido esto, países como: China, India, Brasil, Irán, etcétera; y ahora es cuando comienzan a cosechar los frutos de esas inversiones. Lo que México no ha hecho, y si lo hiciera en este momento pasarían algunos años para que finalmente ese conocimiento se traduzca en beneficios para toda la población del país, pero es mejor empezar ahora que nunca.
El caso de Irán es muy especial; los EEUU no quieren que desarrolle su industria por que se convertiría en una amenaza para sus intereses en el Medio Oriente, además de que es un aliado declarado de Rusia y China. Por eso es por lo que tratan de coartar su desarrollo atómico, espacial y tecnológico a toda costa, y es por eso por lo que lo atacan económicamente mediante sanciones económicas y comerciales para así evitar su pleno desarrollo industrial y científico; no olvidemos que Trump acaba de anunciar sanciones económicas contra Irán como “jamás se han visto”. Pues eso es exactamente lo que han hecho con México durante décadas, claro que más disimuladamente.
Los Tratados de Bucareli:
Tratados firmados entre México y Estados Unidos por Álvaro Obregón. Considerado por muchos estudiosos como un acto de traición. El tratado es el acuerdo en el que México cede algunos de sus derechos para compensar los supuestos daños causados a los Estados Unidos durante la Revolución. Una de sus cláusulas prohíbe a México inventar, construir fábricas o producir prácticamente cualquier cosa durante 80 años.
Sin embargo, con la presidencia de Obrador esta situación puede cambiar radicalmente y su gobierno desconocer los tratados de Bucareli; tratados firmados mediante la presión y el chantaje contra el gobierno entonces en funciones, cosa que los hace a todas luces ilegales.
De esta manera, México puede despegar su desarrollo industrial, científico y tecnológico como nunca antes ha visto este país; país devastado por décadas por la corrupción y los gobiernos entreguistas, pero con el arribo de Obrador a la presidencia esta situación se revertirá y México conocerá una era de prosperidad de la cual nunca ha sido testigo.
Leyenda urbana
ResponderEliminarUna leyenda urbana común en México cuenta que el Tratado de Bucareli prohibió a México de producir maquinaria especializada (motores, aviones, etc.) o maquinaria de precisión, por lo que supuestamente, México no ha salido aún del atraso tecnológico que dicho tratado le causó.11 El hecho es que durante el período entre 1910 y 1930, las guerras civiles y los múltiples golpes militares y rebeliones internas devastaron a las industrias en México y frenaron la educación superior, así como la investigación y el desarrollo tecnológico, mientras que la inestabilidad social y política ahuyentaron las inversiones extranjeras — Wikipedia, ADEMAS DE QUE LOS CONGRESOS DE AMBOS PAISES NO RATIFICARON EL TRATADO ES FALSO QUE SE LIMITE A MEXICO EN SU DESARROLLO TECNOLOGICO.