Rusia ha comenzado a hacer pruebas con un nuevo material multicompuesto, con el que se revestirían sus nuevos submarinos, que serían indetectables para un sonar
Rusia continúa trabajando en su idea de mejorar su tecnología de guerra, con la intención de hacer de su armamento uno de los más avanzados del mundo. Así, este miércoles ha confirmado que comenzará a fabricar un novedoso material para sus submarinos, con dos grandes diferencias respecto a sus similares: se trata de un elemento compuesto... y será capaz de hacer prácticamente invisibles a los sumergibles rusos.
Diseñado en el Centro Científico Estatal de Krylovski, es un material conformado por varias capas, que será probado en los nuevos submarinos que Rusia prevé que empezará a utilizar a partir de 2020. No hay detalles sobre su composición exacta, pero precisa combinar diferentes aleaciones, lo que le permite reducir el peso ostensiblemente, además de aumentar la fiabilidad. Y, por si fuera poco, su estructura hace que sea mucho más resistente contra la corrosión del agua.
Su gran novedad radica en otorgar la invisibilidad a las naves que monten este material. Un sonar funciona a través de la propagación del sonido bajo el agua, con lo que consigue localizar el resto de objetos a su alrededor. Pero este material multimetálico trabaja de tal manera que provoca que ni los sistemas de detección más avanzados sean capaces de tener constancia de la presencia de los submarinos revestidos con esta estructura.
Evita que se propaguen las vibraciones, haciéndolo indetectable para cualquier sónar cercano
Según informa el diario ruso 'Izvestia', las capas que componen esta nueva estructura dan lugar a que sea capaz de absorber el sonido y, por tanto, evita que se propague ningún tipo de vibración, haciéndolo indetectable para cualquier sonar cercano. El primer paso de Rusia en el desarrollo de esta nueva tecnología podría tener lugar en 2018, fecha en la que quieren poner en funcionamiento la primera hélice hecha completamente por este material.
El desarrollo de este material se engloba dentro de la intención de Rusia de poner en marcha submarinos nucleares de quinta generación, con la idea de diseñar ocho submarinos Severodvinsk que se unirían a su flota a partir de 2020. Este proyecto es uno de los más caros que está llevando a cabo el país, pues cada uno de estos futuros submarinos costará la friolera de 2.547 millones de euros. Tecnología puntera bajo el agua.
Un proyecto a 30 años vista
La puesta en marcha de estos materiales forma parte del Proyecto 885 Yasen, un trabajo que comenzó en 1993 para fabricar un tipo de submarino diferente al existente hasta el momento. Se trata de una clase de naves que tienen la capacidad de lanzar misiles nucleares de largo alcance, con la posibilidad de entrar en combate con otros buques similares y que necesita una tripulación de 25 personas para poder manejarlo.
Los nuevos submarinos Severodvinsk construidos con el novedoso material multicapa serían la quinta fase de este mismo proyecto, y podrían estar preparados y listos para surcar los mares en el próximo lustro. De momento, Rusia ya ha anunciado las bondades de esta nueva estructura. La capacidad para hacer prácticamente indetectables a sus submarinos puede darles grandes ventajas. Ahora, solo queda ver de qué manera los utilizarán.
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