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martes, 21 de marzo de 2017

El segundo portaaviones chino está casi listo y van por el tercero y los que siguen

YA ESTÁ DISEÑANDO LA TERCERA GENERACIÓN

Las ambiciones navales chinas no se iban a quedar sólo en el Liaoning, el primero de sus portaaviones. Se espera que el segundo esté listo para ser botado a finales de este año.

El primer portaaviones chino, el Liaoning, lleva a cabo una maniobra de limpieza en previsión de un ataque químico

Las ambiciones navales chinas no se iban a quedar sólo en el Liaoning, el primero de sus portaaviones, con el que la marina china está aprendiendo las complejas técnicas del poderío aéreo marítimo. Oficialmente se sabe desde 2015 (aunque los rumores ya se habían adelantado) que un segundo portaaviones está en avanzado estado de construcción para ser botado este año y entre en servicio entre 2019 y 2020: el Tipo 001A, también conocido como CV-17 y que se cree llevará el nombre de Shandong.

Pero éste no será el último, ni el diseño definitivo: el país quiere disponer de dos grupos de combate de portaaviones en el Pacífico y otros dos en el Índico, por lo que necesitará al menos 5 o 6 buques de este tipo. El tercer portaaviones chino ya está en construcción en Shanghai, y es un diseño mejorado y más avanzado: el CV 18 pertenece al Tipo 002, que contará con catapultas de vapor pero tendrá propulsión convencional y se calcula podría entrar en servicio entrada la década de 2020. Para completar los números requeridos se especula con que China creará para 2030 un cuarto diseño más grande, con propulsión nuclear y catapultas electromagnéticas (EMALS) que sería equiparable en potencia y capacidades a sus equivalentes estadounidenses.

El segundo portaaviones chino, CV-17, se llamará Shandong por la provincia de ese nombre, y lleva en construcción al menos desde 2014. En esencia se trata de una versión corregida y mejorada del CV-16 Liaoning, a su vez un semigemelo del portaaviones ruso de origen soviético Almirante Kuznetsov.

La larga y compleja historia del Liaoning parte de un buque a medio construir, comprado como poco más que chatarra y reconvertido en un portaaviones apenas apto para comenzar a entrenar y a desarrollar procedimientos aeronavales. Como su semigemelo ruso, el Liaoning utiliza una rampa de lanzamiento, es de tamaño mediano y su sistema de propulsión es convencional de turbinas de vapor; a diferencia del Kuznetsov el buque chino carece de misiles antibuque pesados y su electrónica y sistemas de mando son de desarrollo local.

Mejoras del Shandong

Estas mismas características básicas definen al futuro Shandong: un desplazamiento de alrededor de 50.000 toneladas, procedimiento operativo STOBAR ('short take off, arrested landing'; despegue corto y aterrizaje frenado) con 'sky-ramp' y sin catapultas, y propulsión convencional. Aprovechando la experiencia de construir y operar el Liaoning la marina china ha efectuado diversas modificaciones en la estructura interna para adaptarlo a sus necesidades.

El portaaviones ruso Almirante Kuznetsov, semigemelo del primer portaaviones chino

Estas modificaciones incluyen mejoras en los hangares bajo la cubierta de vuelo, aprovechando la liberación del espacio debida a la eliminación del armamento pesado; esto ampliará la dotación de aviones que puede transportar el buque y permitirá que genere más ataques. La isla ha sido ampliada, en parte para incluir un radar AESA Tipo 346A como el que llevan los destructores del Tipo 052D y los Tipo 55 en construcción para reemplazar al anterior radar Tipo 346 que lleva el Liaoning; los sistemas de comunicaciones también se han mejorado. La rampa de despegue ha sido retocada modificando ligeramente su inclinación.

Además se han mejorado las condiciones de habitabilidad de la tripulación; los espacios para que la gente de a bordo duerma y lleve a cabo su vida cuando está fuera de servicio son según la leyenda muy deficientes en el Almirante Kutnezsov, por lo que probablemente tampoco son óptimos en el Liaoning; la marina china ha decidido rectificar este aspecto. Con toda probabilidad la planta de propulsión habrá sido adaptada y mejorada y el cableado interno del buque será más moderno que en sus ancestros.

Un portaaviones limitado

A pesar de todas las mejoras el Shandong seguirá siendo un portaaviones limitado en cuanto a sus capacidades, más útil como buque de entrenamiento y de defensa de flota que para proyectar poder militar a distancia. Aunque las mejoras de su hangar permiten embarcar más aviones seguirá llevando una limitada cantidad de cazas Shenyang J-15 derivados de los J-11, a su vez versiones chinas de la familia Su-27 diseñada en los años 80 con una capacidad de ataque a tierra secundaria. También llevará helicópteros antisubmarinos y quizá una versión navalizada del caza furtivo J-31, actualmente en desarrollo.

El Shandong seguirá siendo un portaaviones limitado, más útil como buque de entrenamiento y de defensa de flota que para proyectar poder militar

En todo caso la ausencia de catapultas impide el uso de aviones pesados, como los Hawkeye de alerta temprana o los aviones de repostaje en vuelo que embarcan los portaaviones estadounidenses: los cazabombarderos están limitados en el peso al despegue y pueden llevar menos armas (sobre todo de ataque al suelo) y menos combustible (menor radio de acción).

El grupo de combate tiene capacidades antisubmarinas (son sus helicópteros) y de defensa aérea (con los Su-33 con misiles aire-aire), pero carece de vigilancia a larga distancia para misiones antibuque y antisubmarinas y de capacidad de bombardeo a tierra. Puede escoltar una flota y protegerla, pero no proyectar capacidad de ataque al suelo como los Nimitz/Ford de los EE UU; su potencia bélica sería más comparable a los portaaviones anfibios ligeros de la clase America que a los superportaaviones.

A la tercera

Pero el programa de desarrollo chino es meticuloso y progresivo, como demuestra el diseño de un tercer portaaviones ya en construcción en un astillero de Shanghai y que supondrá un verdadero salto cualitativo en las capacidades de la marina china. El CV-18, apodado por algunas fuentes Shendong-2, tendrá un desplazamiento similar al CV-17 pero dispondrá de al menos tres catapultas de vapor, en cuyo uso se entrenan ya los pilotos navales chinos en unas instalaciones construidas al efecto.

Un avión aterriza en la cubierta del portaviones chino Liaoning

Esto supone que el CV-18 será un auténtico CATOBAR ('catapult assisted take-off and arrested recovery', despegue con ayuda de catapultas y aterrizaje frenado) con la capacidad de usar aviones más pesados y de hacerlos despegar con mayor armamento y combustible, ampliando su letalidad y radio de acción. Se cree que China ha obtenido la tecnología para las catapultas de vapor del antiguo HMS Melbourne australiano, que fue desguazado en astilleros de aquel país. La cubierta de vuelo se ampliará, la rampa 'sky-jump' desaparecerá y el buque recordará más a sus homólogos estadounidenses que a los modelos rusos.

Se había especulado con que el Tipo 002 contara con catapultas electromagnéticas tipo EMALS como las que equipan a los clase Ford estadounidenses, ya que hay indicaciones de que China trabaja en esta avanzada y potente tecnología. Las catapultas EMALS ahorran espacio, simplifican el mantenimiento y alargan la vida útil de los aviones, además de permitir el uso de drones, pero necesitan enormes cantidades de electricidad por lo que sólo son viables en buques de propulsión nuclear.

El paso lógico siguiente de la armada china sería por tanto desarrollar un modelo aún más grande que el Tipo 002 pero con reactores nucleares y catapultas EMALS, y sin duda se encuentra en fase avanzada de diseño, pero no consta que se haya iniciado su construcción. Se cree que de este futuro modelo nuclear avanzado se construirán de dos a cuatro ejemplares para garantizar así que China pueda cubrir su objetivo de dos grupos operativos de portaaviones en el Índico y el Pacífico, aunque no antes de la década de 2040. Un camino largo, pero deliberado y cuidadoso para garantizar el éxito.


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