"No puedo pasar por alto la declaración de los cancilleres de los países de la OTAN emitida durante la reunión en Bucarest del Consejo de la Alianza a nivel de ministros de Exteriores, que se celebró entre el 22 y el 30 de noviembre. El texto de ese documento muestra que la OTAN no está interesada en absoluto en hallar una solución político-diplomática en Ucrania", dijo durante una sesión informativa para los medios.
Según Zajárova, la OTAN sigue aplicando la política elegida tras el golpe de Estado de febrero de 2014, consistente en "disculpar al régimen de Kiev y demonizar a Rusia, para justificar las pretensiones de la Alianza Atlántica a estar muy demandada".
"Los países de la OTAN intentan achacar a Rusia los crímenes que comete el Ejército ucraniano, con la connivencia absoluta de los patrocinadores del régimen de Kiev. Por ejemplo, nos responsabilizan del incumplimiento de los suministros globales de víveres, aunque precisamente Moscú propuso métodos reales para solucionar los problemas que no surgieron por culpa nuestra, y sigue insistiendo en su implementación, pese a las restricciones que imponen Washington y Bruselas. Un ejemplo flagrante es el intento de echar sobre Rusia la culpa por el incidente con el cohete ucraniano que cayó sobre el territorio de Polonia", agregó la diplomática.
Además, destacó que la decisión del Consejo de la Unión Europea (UE) de reconocer la violación de sanciones como un delito penal es un acto de "arbitrariedad jurídica".
"Nos enfrentamos a una doble arbitrariedad jurídica. Todo esto pertenece a la categoría de ejercicios pseudolegales. Si se implementan, por supuesto, enterrarán por completo la reputación de la UE como una jurisdicción confiable para hacer negocios", señaló.
¿Y el ingreso a la OTAN de Suecia y Finlandia?
El ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN puede aumentar la militarizacion del Ártico, así como la tensión y los riesgos para la seguridad en la región, resaltó Zajárova.
"Esto, a su vez, significaría un aumento considerable de la tensión y de los riesgos para la seguridad en latitudes altas", enfatizó.
Asimismo, la vocera agregó que según la Declaración de Poltava de 1996, el Consejo Ártico no se encarga de cuestiones de seguridad militar.
"En este sentido, no veo la necesidad de vincular las perspectivas del Consejo con la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN. Al mismo tiempo, no puede pasarse por alto que luego de la adhesión de estos países a la Alianza Atlántica, todos los países de Consejo Ártico, salvo Rusia, serán miembros del bloque noratlántico", añadió.
El Consejo Ártico fue creado en 1996 por iniciativa de Canadá y con el propósito de cooperar en la protección ambiental y garantizar un desarrollo sostenible de las regiones subárticas. Además de Canadá, lo forman siete países que poseen territorios en la región ártica: Rusia, Estados Unidos, Dinamarca, Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia.
El 5 de julio, los representantes permanentes de la OTAN firmaron los protocolos de adhesión de ambos países a la Alianza, dando paso al proceso de ratificación. Hasta la fecha, solo Hungría y Turquía no avalan el proceso de adhesión de los dos países.
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