Rusia calificó el viernes de "inaceptables" los "ataques públicos" contra sus fuerzas de paz desplegadas en torno a la región separatista de Nagorno Karabaj, en Azerbaiyán, un día después de que el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, criticó al contingente.
Civiles azerbaiyanos que se identifican como activistas medioambientales llevan desde el 12 de diciembre bloqueando la única carretera entre Armenia y el enclave, de etnia predominantemente armenia. Las autoridades de Nagorno-Karabaj afirman que escasean los alimentos, los medicamentos y el combustible.
El jueves, el sitio de noticias armenio Hetq citó a Pashinyan acusando a la fuerza de paz rusa de "convertirse en testigo mudo de la despoblación de Nagorno-Karabaj", al no haber reabierto la carretera.
Pashinyan afirmó que si las tropas rusas no eran capaces de garantizar la estabilidad y la seguridad en Nagorno-Karabaj, debían dejar paso a una misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, declaró: "Consideramos cualquier ataque público y provocación contra nuestras fuerzas de paz como acciones inaceptables y deliberadas que causan un daño tangible al proceso de normalización armenio-azerbaiyano".
Nagorno-Karabaj está reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero sus habitantes son predominantemente de etnia armenia y se separó del control de Bakú en una guerra a finales de los años ochenta y principios de los noventa, cuando la Unión Soviética se estaba desintegrando.
En 2020, Azerbaiyán retomó el territorio del enclave y sus alrededores tras una segunda guerra que terminó con un cese del fuego mediado por Rusia. Las fuerzas de paz rusas se desplegaron a lo largo del corredor de Lachin, la única ruta por carretera entre Armenia y Nagorno-Karabaj.
El jueves, el sitio de noticias armenio Hetq citó a Pashinyan acusando a la fuerza de paz rusa de "convertirse en testigo mudo de la despoblación de Nagorno-Karabaj", al no haber reabierto la carretera.
Pashinyan afirmó que si las tropas rusas no eran capaces de garantizar la estabilidad y la seguridad en Nagorno-Karabaj, debían dejar paso a una misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, declaró: "Consideramos cualquier ataque público y provocación contra nuestras fuerzas de paz como acciones inaceptables y deliberadas que causan un daño tangible al proceso de normalización armenio-azerbaiyano".
Nagorno-Karabaj está reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero sus habitantes son predominantemente de etnia armenia y se separó del control de Bakú en una guerra a finales de los años ochenta y principios de los noventa, cuando la Unión Soviética se estaba desintegrando.
En 2020, Azerbaiyán retomó el territorio del enclave y sus alrededores tras una segunda guerra que terminó con un cese del fuego mediado por Rusia. Las fuerzas de paz rusas se desplegaron a lo largo del corredor de Lachin, la única ruta por carretera entre Armenia y Nagorno-Karabaj.
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