Rusia se opone firmemente a la construcción del gasoducto Transcaspio.
El senador ruso Alexander Bashkin dijo que Rusia no permitirá la construcción del gasoducto Transcaspio de Turkmenistán a Azerbaiyán, desde donde fluirá el gas a Turquía y luego a Europa. Esto puede reducir seriamente la dependencia de los países europeos del gas ruso, aunque dichos suministros no cubrirán el 100% de los recursos energéticos rusos.
Como se desprende del documento sobre el estado del Mar Caspio, firmado por los cinco Estados ribereños del Caspio, todos los Estados ribereños del Caspio están obligados a dar su consentimiento para la ejecución de proyectos sensibles desde el punto de vista de la seguridad ambiental.
"Rusia no puede aceptar la construcción del gasoducto debido a una posible amenaza a la seguridad ambiental del Mar Caspio", dijo Alexander Bashkin.
Al mismo tiempo, Turquía destacó que comenzarán a desarrollar una hoja de ruta que permitirá la implementación del proyecto planificado, lo que a su vez puede crear un grave problema.
Según diversas estimaciones, en el caso de la creación del gasoducto Transcaspio, con el posterior suministro de gas a Europa, los estados europeos podrán reducir la necesidad de gas ruso en un 80%.
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