La semana pasada, el alto cargo militar asistió a la IX Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú y se reunió con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.
"Avanzamos en el ámbito de la cooperación militar, crearemos una cooperación nueva, la ampliaremos", señaló el jefe birmano a esta agencia.
Shoigú afirmó durante el encuentro con Min Aung Hlaing, celebrado el 22 de junio, que la cooperación técnico militar es un componente importante de las relaciones entre Rusia y Birmania.
El máximo jefe militar de Birmania, Min Aung Hlaing, dijo haber discutido en su reciente encuentro con el titular de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, la cooperación en materia de defensa aérea.
"La reunión giró en torno a los temas de defensa aérea, hay un interés recíproco por ampliar la cooperación en este ámbito", reveló en una entrevista con Sputnik el presidente del Consejo Administrativo del Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Birmania.
Min Aung Hlaing señaló que en Birmania "se cruzan los intereses de las grandes potencias, por lo que es necesario fomentar la defensa aérea en aras de la seguridad nacional".
La semana pasada, el máximo cargo militar de Birmania asistió a la IX Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú y el 22 de junio se reunió con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.
El 1 de febrero pasado, pocas horas antes de constituirse el nuevo Parlamento de Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, decretaron el estado de emergencia por un año y detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la gobernante de facto, consejera de Estado y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Los altos mandos del ejército, que habían gobernado Birmania durante décadas, justificaron el golpe por las denuncias de fraude masivo en las elecciones generales de noviembre pasado, que dieron una clara victoria a la Liga Nacional para la Democracia.
La asonada generó un amplio repudio internacional y una oleada de protestas en Birmania, con miles de personas desafiando la represión y protagonizando protestas callejeras y acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del Gobierno civil y la liberación de los presos políticos.
La ONG Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP) estima que al menos 883 personas murieron a causa de la represión militar en Birmania entre el 1 de febrero y el 27 de junio. De las 6.380 personas arrestadas en este período, 5.183 siguen detenidas.
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