Rusia intercepta un buque militar neerlandés en el mar Negro para prevenir el cruce ilegal de la frontera rusa; una medida cuestionada por los Países Bajos.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó el martes que la fragata Evertsen, de la Marina de los Países Bajos, un miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), violó el pasado jueves las fronteras de este país euroasiático, por lo que envió bombarderos Su-30 y Su-24 a interceptarlo.“Para prevenir el cruce ilegal de la frontera rusa, despegó un caza Su-30 y bombardeos Su-24 que volaron a una distancia segura cerca del buque de la Armada neerlandesa”, reza la declaración de la Defensa rusa emitido el martes.
Ese mismo día, el Ministerio de Defensa de los Países Bajos, en una nota, tachó de “acciones irresponsables” los desplazamientos de los aviones de combate de Rusia cerca del Evertsen en el mar Negro y puso de relieve que los cazas rusos crearon una situación peligrosa al volar demasiado bajo y muy cerca del barco neerlandés. “No hay justificación para un comportamiento tan agresivo que aumenta innecesariamente el riesgo de accidentes”, manifiesta el comunicado.
En respuesta, la Defensa de Rusia subrayó que los cazas rusos “actuaron en estricta conformidad con las normas internacionales” y después de que el buque neerlandés dio la vuelta, estos volvieron a su base.
El incidente se produjo justo un día después de que el destructor HMS Defender de la Armada del Reino Unido violara las aguas territoriales rusas frente al cabo Fiolent de Crimea y fuera advertido por aviones y un buque guardacostas de Rusia.
El lunes, el Centro de Comando de Defensa Nacional de Rusia aseveró que vigilará muy de cerca las maniobras navales Sea Breeze-2021 que están celebrando los países de la OTAN, en colaboración con otros Estados, en el mar Negro. Moscú pone en duda el carácter naval de estos ejercicios, puesto que gran parte se realiza en tierra.
Las relaciones entre Moscú y el Occidente atraviesan un período de gran tensión a tenor de una serie de cuestiones, incluida la situación en Ucrania y la anexión de la estratégica península de Crimea a Rusia en 2014.
En abril, Moscú alertó que Estados Unidos y la OTAN estaban “convirtiendo deliberadamente a Ucrania en un barril de pólvora” con sus suministros de armas, y advirtió de que toda responsabilidad de la escalada de las tensiones con Ucrania recae en Kiev y sus aliados occidentales.
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