Siete militantes de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) —milicia kurda que cuenta con el apoyo de Washington, incluido un líder, han resultado heridos en el ataque con múltiples cohetes contra una instalación estadounidense en el campo petrolífero Al-Omar, en Deir Ezzor, según ha informado este martes un corresponsal de la agencia rusa de noticias Sputnik en la provincia de Al-Hasaka, sita en el noreste de Siria.
De acuerdo con la fuente, los heridos llegaron al hospital de la ciudad de Al-Shadadi bajo severas medidas de seguridad tomadas en las zonas adyacentes del centro sanitario por parte de los militantes de las FDS y con el cierre completo del hospital.
Además, fuentes cercanas a las FDS han confirmado que como resultado del bombardeo, hubo bajas entre los soldados del Ejército estadounidense y otras fuerzas extranjeras, pero se desconoce su número exacto.
Eso se produce mientras horas antes, el coronel Wayne Marotto, un portavoz de la operación Inherent Resolve de la llamada coalición que supuestamente lucha contra el grupo terrorista Daesh, a pesar de confirmar el ataque, había alegado que no hubo víctimas ni daños materiales por la ofensiva.
Es más, la cadena libanesa de noticias Al-Mayadeen había detallado el mismo lunes que el ataque causó daños materiales y que varios vehículos blindados que estaban aparcados en la zona quedaron destruidos.
La redada se produjo el lunes por la noche (hora local), después de que en la misma jornada los cazas estadounidenses atacaran una zona de Al-Bukamal en Deir Ezzor, fronteriza con Irak, dejando un niño muerto. Además, las fuentes iraquíes reportan que cuatro combatientes de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) cayeron mártires en el asalto.
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