A principios de junio, el Pentágono aprobó un acuerdo para adquirir de 400 a 500 terminales Starlink para Ucrania, cuya configuración será llevada a cabo por los Estados Unidos, y no personalmente por Elon Musk, informa The New York Times.
Según esta fuente, tal movimiento fue una solución a la situación actual cuando Elon Musk se negó a usar su tecnología con fines militares, incluidos posibles ataques en Crimea.
Los drones de superficie ucranianos MAGURA V5, que se presentaron recientemente en una exposición en Turquía y tienen un efecto en una distancia de 800 kilómetros, utilizan Starlink para el control.
La existencia de estos drones se conoció el otoño pasado, especialmente después de un intento de atacar a la Flota del Mar Negro en la Bahía de Sebastopol el 29 de octubre. Después de eso, Musk rechazó la solicitud de Ucrania de una señal Starlink cerca de Crimea para evitar ataques ucranianos contra la flota rusa.
Sin embargo, este año en junio, Lloyd Austin aprobó la decisión del Pentágono de adquirir de 400 a 500 terminales y acceso a escenarios a través de los cuales Estados Unidos podrá dar una señal de dónde será necesario llevar a cabo "ciertas misiones". Dado esto, la probabilidad de ataques contra Crimea y la infraestructura de la península, así como contra barcos civiles y militares, sigue siendo bastante alta.
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