“La situación militar en y en torno a la península coreana se dirige hacia el borde de una guerra nuclear”, ha dicho este martes el embajador norcoreano ante Naciones Unidas, Kim Song, en un discurso en la Asamblea General, y ha culpado de ello a Estados Unidos por sus “actos temerarios” en el noreste asiático.
Ha dicho que EE.UU. con el “envío frecuente de submarinos y bombarderos nucleares estratégicos que portan armas nucleares dentro y alrededor de la península de Corea por primera vez en décadas” estaba dando pasos prácticos para materializar su “intención siniestra de provocar una guerra nuclear”.
Kim ha fustigado también al actual Gobierno conservador de Corea del Sur por la frágil y tensa situación vivida actualmente en la península. “Debido a su política aduladora y humillante de depender de fuerzas extranjeras […] la península de Corea se encuentra en una situación de peligro inminente de estallido de una guerra nuclear”, ha dicho en alusión al presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, quien aboga por construir una alianza con Washington.
Ha denunciado además la formación del Grupo Consultivo Nuclear, a través del cual Estados Unidos espera integrar mejor su capacidad nuclear con las fuerzas convencionales de Corea del Sur, y señalado que el grupo estaba “comprometido con la planificación, operación y ejecución de un ataque nuclear preventivo contra la RPDC, [República Popular Democrática de Corea]”, el nombre oficial de Corea del Norte.
Las tensiones en la península de Corea se encuentran en uno de sus puntos más álgidos desde que fracasaran las negociaciones sobre la desnuclearización entre Washington y Pyongyang.
En julio pasado, Estados Unidos elevó las tensiones con Pyongyang al enviar un submarino con misiles balísticos con capacidad nuclear a Corea del Sur, ante el cual Pyongyang amenazó a Washington con represalias nucleares.
Pyongyang, criticado por sus pruebas de misiles y su programa nuclear, ha dicho una y otra vez que sus armas nucleares son un medio de autodefensa ante las acciones hostiles de EE.UU. que amenazan la existencia de Corea del Norte como Estado.
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