Budapest no entregará a Kiev a los ciudadanos ucranianos obligados a cumplir el servicio militar, declaró el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
"Hungría no cumplirá con la solicitud del Gobierno ucraniano en otoño y no devolveremos a nadie a Ucrania por la fuerza", afirmó Orban al dirigirse al Parlamento húngaro el primer día de la sesión de otoño.
Las fuerzas armadas al servicio de Kiev sufren una escasez de personal tras meses de una infructuosa contraofensiva que, según cálculos de la Defensa rusa, causó la muerte de 40.000 soldados ucranianos. Los militares de Ucrania se dan cuenta de que prolongar los combates uno o dos años más supondrá una grave carga para los limitados recursos humanos de Ucrania.
La Defensa rusa constata el fracaso de la contraofensiva ucraniana que se encuentra estancada ante las férreas defensas rusas atrincheradas a lo largo del campo de batalla. El diario Financial Times publicó un detallado análisis enumerando las fallas del bando ucraniano, que provocaron lo que califican de "magros resultados" en el campo de batalla para Kiev durante el verano boreal. De acuerdo con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, las tropas ucranianas perdieron más de 66.000 efectivos y 7.600 equipos militares desde el inicio de su contraofensiva.
Rusia lanzó una operación militar especial en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio cometido por parte de Kiev.
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